¡Estos tríos de muebles son un match en el dormitorio! 12 ejemplos de mesita de noche, lámpara y cabecero

El papel pintado de la pared, en un tono gris azulado intenso, hace que sobre él destaquen aún más los tres elementos de esta composición para el dormitorio: un cabecero en lino tono arena, una mesita de noche de línea moderna con estructura metálica en blanco y madera y una lámpara de techo que cae sobre este mueble con pantalla metálica y detalle en cuero.

Los tejidos son en esta composición la clave del éxito. La decoradora Natalia Zubizarreta ha jugado con los coordinados en el dormitorio. Un cabecero grande, acolchado y entelado con dos telas y vivo en tono caldera, que coordina con la lámpara en los mismos acabados. Su tamaño llama la atención sobre una mesita de noche en madera natural con tirador en negro.

En este dormitorio, el ejemplo de trío es variopinto y, sin embargo, perfecto. El cabecero forma parte de la cama Husk, de la firma B&B, con tapicería textil. Se caracteriza por su acolchado y forma ligera de C, con los laterales separados de la pared, de manera que abrazan la cama. A su lado, una mesita de noche alta en madera con un cajón -modelo Gray de Gervasoni- y una lámpara de pie cerámico con pantalla textil. Todo muy variado en acabado y estilos que, aquí, encaja con personalidad.

En este dormitorio donde el cabecero es de obra, pintado en el mismo acabado que el resto de la pared y con una hornacina, ¡había que darle personalidad! Y para ello se han escogido dos piezas que completan el trío, aportando calidez: una lámpara colgante con pantalla de tela y un taburete a modo de mesita de noche. Se trata de una pieza de apoyo polivalente.

Otro trío variopinto que hace match es el ejemplo de este dormitorio, donde un cabecero alto entelado en tono beige con textura se rodea de un aplique llamativo de pared, en acabado latón y pantalla semicircular en blanco -interesante este tipo de luminaria para leer bien en la cama-; y una mesita de noche en bambú y ratán.  El llamativo papel pintado de la pared abraza los tres elementos y los unifica.

En este dormitorio el trío apuesta por un estilo clásico actualizado. El cabecero entelado en gris con capitoné es la pieza que más nos inspira clasicismo. La mesita de noche redonda actualiza el conjunto y como nexo de unión, un aplique de pared articulado en latón con pantalla metálica en color negro.

En esta composición, el trío eleva un mueble básico de IKEA, como es la mesita de noche de madera con cajón y tirador de cuero. Son el aplique y el cabecero los que aportan un extra. El cabecero con su forma sinuosa y acabado entelado con vivo y el aplique de pared en latón y metal. Todo sobre un papel pintado efecto papel japonés en azul.

Una combinación atemporal por la línea de los elementos y sus acabados. Un cabecero tapizado en tono marrón, una mesita de noche alta en madera natural con cajones y una lámpara de pie contorneado en madera con pantalla textil. Con elementos básicos, el buen paso del tiempo está asegurado. De esta manera, es posible cambiar el papel o color de la pared, los cuadros, la ropa de cama, etc. y que todo siga encajando de manera impoluta.

Con el encanto vintage latente, este trío de piezas para decorar el dormitorio hace match. Una mesita de noche recuperada y decapada, de diseño clásico; luce delante de un cabecero realizado con listones de madera pintados en verde salvia, a modo de arrimadero o zócalo de pared. En él se instala un aplique retro articulado en metal.

En este dormitorio, la pared en la que apoya la cama cuenta con un cabecero de obra con repisa de madera. Allí, un par de cuadros. Es en la pared contigua donde se instala el papel pintado con patrón de hojas en color verde suave. En esa esquina, una mesita auxiliar tipo velador en metal coordina perfectamente con la lámpara de sobremesa en idéntico acabado. Precisamente la neutralidad del cabecero cede el protagonismo a estos dos últimos elementos.

Cabecero alto, con capitoné muy marcado y con tela de satén. Clasicismo en estado puro que encaja con la lámpara de sobremesa de estructura en latón brillante y pantalla de cristal transparente. Es la mesita de noche la que rebaja ese toque más glamouroso con su acabado en laca blanca y tirador cerámico. Cuando tengas una pieza más neutra o básica, dale carácter con los otros dos elementos, inclinando la balanza hacia el estilo decorativo que prefieras.

Este trío es de los que siempre triunfa. Es perfecto para un dormitorio cálido y acogedor. Ideal para las habitaciones en las que no sobran los metros. Y muy versátil, puesto que con la ropa de cama adecuada, todo se transforma. Incluso el resultado es bastante cambiante según la pared quede desnuda y pintada o decorada con papel o láminas. Una mesita de noche de madera con cajones y estructura alta con patas cónicas (con aire remember); un aplique de pared circular en textil blanco y un cabecero entelado rectangular de esquinas redondeadas con vivo.