Si el salón es el rey de la casa, el sofá lo es del estar. Y no solo por su peso visual dentro, sino porque de todos los muebles, es el que más uso tendrá. ¿Has pensando cuántas horas pasas sentado en el sofá? Leyendo, mirando tu serie favorita, de tertulia con los amigos, echando una cabezadita... De acertar en su elección dependen muchas horas de confort... o de insufrible incomodidad. ¿La clave? Buscar el equilibrio entre la estética y el confort.

Antes de lanzarte a la caza del sofá perfecto, conviene que tengas claras las medidas de tu salón y las más habituales de los diferentes tipos de sofás. Porque no siempre querer es poder. A modo orientativo, se recomienda que el sofá mida unos 90 cm menos que la pared que lo va a albergar. Así te garantizas espacio en ambos lados para una mesilla auxiliar, una lámpara... Y entre el sofá y la mesa de centro debes respetar unos 50 cm para poder sentarte con comodidad sin que la mesita sea un estorbo.

Tipos de sofás y medidas básicas
  • De 2 plazas. Ronda los 150-180 cm.
  • De 3 plazas. No suele superar los 210-230 cm.
  • De 4 plazas. Por sus dimensiones, no suele recomendarse para salones de menos de 30 m2, ya que saturaría demasiado el espacio.
  • Con chaise longue. Aunque existen muchas posibilidades y combinaciones, las medidas mínimas serían de unos 250 cm. Y el fondo de la parte más larga sería, para así poder estirar bien las piernas, de unos 150 cm. Estas medidas son orientativas, porque los diseños modulares aceptan muchas posibilidades a la carta.

Con estas medidas en mente y las de tu salón bien anotadas, llega el momento de probar. Sí, probar. Como ocurre con la cama, es vital que siempre siempre siempre pruebes el sofá antes de decir el sí quiero definitivo. Y no basta con sentarse unos segundos y ya está. Es más, los expertos recomiendan probar diferentes posiciones. Si eres de los que suelen tumbarse en el sofá en vez de estar sentado, ¡pruébalo así!

A modo orientativo, un sofá para que sea cómodo debe cumplir unos requisitos básicos: debe recogerte bien los riñones; la cabeza debe descansar sobre el respaldo, nunca quedarte "colgando" –se recomienda que mida 85-90 cm de alto – debes poder apoyar los pies en el suelo con la espalda tocando el respaldo y, a su vez, los brazos en el reposabrazos, que deberá estar a la altura del codo, ni más arriba ni más abajo.

El rellenodel sofá determinará en gran medida el confort del sofá. Para que un sofá sea ergonómico, los expertos recomiendan que el respaldo sea más blando que el asiento para proteger bien los riñones. Un respaldo blanco y mullido evitará que el cuerpo resbale y, con ello, la espalda sufra. Los mejores rellenos para los asientos son los de pluma de oca o pato, pero su precio es elevado y precisan de mantenimiento. La viscoelástica, los muelles o la espuma de poliuretano HR son buenas opciones. En cuanto a los respaldos, se recomienda que sean de pluma, de fibra hueca siliconada de alta recuperación o de espuma HR.

La capacidad de transpiración de la tapicería del sofá será determinante para que su resistencia sea mayor

Otro elemento que hay que valorar y que también influye en el confort es la tapicería. Es conveniente que el tejido sea resistente, fácil de mantener y desenfundable. Las tapicerías más indicadas son las de cuero, algodón, chenilla y las técnicas. Si tienes niños en casa, lo más recomendable es elegir una funda: protegerá el sofá, son fáciles de lavar y con solo renovarlas darás un look nuevo al salón.

Tras estas consideraciones prácticas, solo queda dejarse cautivar por la estética. Regresa a la galería y encuentra la inspiración para el tuyo.