Estos salones tienen un denominador común: mucha, muchísima luz. Y aunque la buena orientación es una de las claves para que disfruten de ella, no queremos quitarles mérito porque han sabido aprovechar al máximo esta iluminación natural. Le han dejado paso eliminando barreras, han buscado los colores que la ayudan a lucirse mejor y, junto con una cuidada decoración, juntos han logrado convertirse en esos espacios en los que apetece estar (y de los que cuesta irse). Así es como han sacado partido a la luz.
¡Abran paso a la luz!
Dichos populares como “donde entra sol, no entra doctor” ponen de manifiesto que el sol es fuente de salud. La luz del sol fortalece el sistema inmunitario, permite sintetizar vitamina D, ayuda a mantener los huesos en plena forma, sube el ánimo, potencia el optimismo, y previene la apatía y la depresión.
Por ello y para potenciar la salud, se aconseja diseñar la distribución del salón en función de las entradas de luz natural al máximo de espacio. Conviene prever las zonas más cercanas a los ventanales donde ubicar el sofá y las butacas, para aprovechar al máximo la luz natural durante el día, y distribuir adecuadamente los muebles —como estanterías y alacenas— de modo que permitan el paso de la luz a toda la estancia.
Que el color juegue a tu favor
A través del color de las paredes, del techo y de los complementos, se puede potenciar la luminosidad: el blanco, el amarillo o los colores muy claros son excelentes apuestas para salones con poca luz natural, como es el caso de aquellos que están orientados al Norte.
Viste tus ventanas
Vestir las ventanas con tejidos livianos que tamicen la luz, pero que no impidan su entrada, es la mejor opción para gozar de luz natural. ¿Qué te permitirá cada tipo de cortina?
- Visillos. Son claves en un salón fresco por su transparencia y ligereza.
- Caídas. Visten más la ventana, enriquecen el salón y no tienen por qué restar luz. Para ello, elígelas en linos o algodones.
- Lamas. El encanto de las cortinas venecianas radica en su versatilidad. Proporcionan un preciso control de la entrada de luz con el simple giro de una varilla.
- Panel japonés. Ideal para grandes ventanales. Son paneles de tela que se deslizan fácil y silenciosamente por rieles en el techo, dejando la ventana al descubierto.