Esta pequeña cocina abierta ni siquiera parece una cocina. El espejo en la zona superior, enmarcado con estanterías doradas a cada lado, multiplica el espacio. Su inmaculado blanco ayuda con la amplitud y, finalmente, las molduras consiguen ese toque chic y un poco clásico. Mira el resto de esta reforma de Miriam Barrios.
Mesa, de Entremaderas. Sillas Henriksdal, de IKEA. Lámpara de techo, realizada a medida por Bimalight. Mobiliario de cocina, diseño de la decoradora y realizado por Oltapol. Encimera y fregadero, de Neolith. Grifería dorada, de Vola.