Apostar por un look natural para tu dormitorio va más allá de una decisión estética. Las sábanas de algodón y lino son transpirables y absorben el calor, así que elígelas y sobre todo en verano. Evitarás la sensación de 'sábanas pegadas', que impide que disfrutes de un sueño reparador.

Un pequeño ramo o una planta en el dormitorio dará un toque de frescor, además de aromatizarlo de manera natural. Ten en cuenta que hay plantas que ayudan a dormir mejor y favorecen el descanso, como la lavanda, las gardenias o el jazmín. Y si no quieres tener una planta, siempre puedes decorar con motivos vegetales: una composición de cuadros de hojas o de paisajes que te gusten serán un acierto. Además, la naturaleza tiene un poder sedante innato.