Si tuviera que redecorar mi salón, copiaría estas ideas de los mejores salones de la revista de marzo de El Mueble

Este salón está pensado para ser vivido con familia y amigos. La interiorista Rocío Muñoz Fuentes, de M & B interior Design, ha aprovechado su amplitud para organizar una completa tertulia, con dos generosos sofás en L y un par de butacas que lo cierran y dan más juego. Apostó por dos piezas de estilo más clásico, con su estructura con arpillera vista y tapizadas en azul, para romper con el esquema monocolor en blanco. 

La gran mesa de centro de madera, que parece ir a juego con las espectaculares ventanas de líneas orgánicas que le dan un toque Art Nouveau, suma calidez, como la chimenea, que se ha flanqueado con un par de librerías gemelas.

Este salón nos cautivó por su maravillosa luz y su peculiar distribución. La interiorista Blanca Maristany aprovechó su amplitud para crear dos zonas de estar. Por un lado, un rincón de lectura frente a la antigua chimenea, ahora flanqueado por dos librerías a medida. Y, por otro, el estar, con un sofá esquinero enorme. Un truco: las butacas son giratorias, por lo que pueden voltearse para incorporarse a la tertulia. 

Otra particularidad de este salón es su conexión con el comedor contiguo. Además del paso abierto, cuenta con una gran apertura con dos baldas decorativas que deja pasar luz y mantiene el contacto visual entre estar y comedor.

Este salón, como el resto de la casa, tenía una muy buena base, pero su decoración y distribución de los espacios había quedado obsoleta. Este fue el reto de la decoradora Cuca Arraut, que le dio un lavado de cara integral convirtiendo ese piso setentero en uno moderno, luminoso y muy acogedor. En el salón, la clave fue abrir los espacios: al recibidor, al despacho –comunicado con grandes correderas hasta el techo– y al comedor. Y apostó por un gris cálido para rejuvenecerlo.

El estar se ha organizado con dos sofás en L, del mismo tono de las paredes, y se ha delimitado visualmente con una gran alfombra blanca, que multiplica la claridad de este espacio de por sí luminoso.

El gran punto fuerte de este salón decorado por Natalia Zubizarreta es su amplitud y luminosidad. La interiorista cambió por completo su distribución para ganar un estar en el que caben todos. Con dos sofás en L, grandes y muy gustosos, y un par de butacas 'eye catcher', un elemento que sorprende y da un toque fresco al salón.

Otra de las claves de este salón es su cuidada mezcla de estilos: si las butacas dan ese toque relajado que nos recuerda los salones de exterior, el gran puf en capitoné es la nota clásica y los sofás, con una gran bancada continua, el toque contemporáneo.