6 cosas que SÍ y 6 cosas que NO deberías tener en una cocina pequeña

Porque así se elimina mucho ruido visual. Y evitas la tentación de poner cosas encima de los armarios y afear la imagen de tu cocina. Además, si son blancos se fundirán con el color del techo y la imagen de tu cocina será mucho más limpia y ordena 

Esta idea se suma al objetivo anterior. Y es que aprovechar todo el espacio posible para guardar en una cocina es fundamental. Así tendrás almacenaje de sobra para todos los utensilios de cocina. En esta abierta y extra mini se ha aprovechado el bajo de la escalera para colocar armarios y cajones. Ingenioso, ¿verdad?

Un rinconcito de la cocina siempre puede dar lugar a un pequeño office. Tan solo necesitas un estante de poco fondo y un taburete (si caben dos, mejor que mejor). Mira cómo se ha aprovechado la pared de la ventana de esta cocina alargada sin renunciar ni a la amplitud ni al almacenaje.   

Porque regalan luminosidad y amplitud cuando el espacio falta. No es que no nos gusten las encimeras de color negro (¡son superelegantes!), pero las dejamos mejor para esas cocinas de grandes dimensiones en las que el espacio no es un problema. ¡Ah!, y quien dice blanca, dice de acabado marmolado también, por supuesto. Por cierto, que si tiene el fregadero bajo encimera, la sensación de limpieza y elegancia será aún mayor.  

Puesto que en una cocina es importante que el espacio respire, no es aconsejable llenar sus paredes. Pero eso no significa que no puedas sacarles partido. ¿Cómo? Tienes muchas opciones, desde estantes suspendidos en los que colocar unas plantas o unos cuadros a barras en las que colgar algunos de los utensilios que usas con mayor frecuencia. Ahora, no lo satures de cosas o tu cocina parecerá una ferretería. 

Porque hay un elemento que no puede faltar en una cocina pequeña, y ese es la luz. Por supuesto que puedes decantarte por muebles blancos o de tonalidades claras para conseguirlo, pero si tu cocina tiene una ventana, deja que la luz inunde el espacio. Coloca un estor tipo screen que tamice la luz, pero que no te haga renunciar a la luminosidad. Además, son muy fáciles de limpiar. 

Recuperamos un poco aquí también la idea anterior de la luminosidad y la amplitud. Mientras que los colores claros reflejan la luz, los oscuros la absorben. Esto no significa que haya que renunciar al color, sino que tal vez lo mejor es decantarse por colores deslavados o tonalidades claritas de ese color que te gusta: un verde como el de esta cocina será perfecto para conseguirlo. 

Porque saturar todas las paredes en una cocina mini hará que se vea como un espacio un poco agobiante. Deja respirar alguna de las paredes dejádola libre de armarios. Puedes utilizarla para colocar unos cuadros y dar vida y estilo a tu cocina. 

Al igual que con los muebles, no es aconsejable abusar de los suelos de colores oscuros. Ya sea un porcelánico de un color liso o uno que imite la madera, lo ideal es que te decantes por un color o acabado claro. Los que parecen roble están muy de moda, regalan calidez y no sacrifican la luminosidad.  

Una cocina pequeña no tiene por qué ser aburrida. El papel pintado, bien elegido y en las paredes adecuadas, puede ser un recurso perfecto para darle vidilla. Aquí se ha combinado con un antepecho de azulejos blancos con acabado brillo, que se encargan de potenciar la luz. 

Una cómoda movilidad es fundamental en una cocina pequeña. Y, si hay más de dos personas, los tiradores demasiado grandes y con aristas pueden ser un incordio. Mejor apuesta por frentes de los muebles con apertura tipo uñero o push-pull. Son más cómodos, reducen el ruido visual y, sobre todo, evitarán esos golpes tontos. 

Ya lo hemos mencionado: elimina cualquier elemento que pueda provocar ruido visual en la cocina. Y los electrodomésticos son uno de ellos. Por eso es mejor decantarse por electrodomésticos integrados. Cierto que tienen alguna desventaja (como que son más pequeños), pero el efecto será mucho más bonito en tu cocina.