Los 65 mejores recibidores de invierno de la revista El Mueble: bonitos, cálidos y estilosos, con ideas para copiar

Este recibidor pertenece a una casa de montaña y la decoradora Jeanette Trensig no dudó en decorarlo en sintonía con su entorno invernal. Por eso, revistió las paredes de toda la entrada con un papel de pelo de potro, muy ca´lido y acogedor, en color verde caqui oscuro. Y optó por piezas de mobiliario de carácter alpino, como el banco y el espejo de astas o los esquís decorativos.

Este recibidor, decorado por Meritxell Ribé, es la estampa de la calidez: un mueble de madera, un arrimadero que viste las paredes, papel pintado textil y una cuidada iluminación cálida, que envuelve el espacio y lo hace más acogedor y cosily. 

Elegante y muy acogedor. Así es este recibidor proyectado por la decoradora Natalia Zubizarreta, que combinó un arrimadero clásico, en sintonía con el espacio, con un papel pintado textil que sube la temperatura del espacio y lo hace, además de más vestido, más arropado. 

Este recibidor, decorado por Natalia Zubizarreta, es acogedor y superestiloso. Su consola y el espejo, de aire retro, regalan unos destellos dorados que hacen más cosily el espacio, una calidez que se ve reforzada por la lámpara de pantalla de fibras. La pared que enmarca el recibidor se ha revestido con un revestimiento mural con relieve que hace más acogedor y personal el espacio. 

Cálido y abrigado son las palabras que mejor definen este recibidor, decorado por Bàrbara Serra. Y el color, este verde grisáceo que enmarca el espacio, y el gran mueble recuperado de madera, contribuyen a ello.

Este recibidor, decorado por Marta Miquel, es pequeñito, pero superacogedor y con un claro look invernal. La elección del mobiliario de madera y de sabor rústico junto con el papel pintado crean un espacio personal, estiloso y muy abrigado. 

Este recibidor es muy versátil, porque puede resultar fresquito en verano y abrigado en invierno. La mesa de madera y el espejo envejecido crean una base cálido que detalles como el cesto de leña o la alfombra de fibras refuerzan. 

Los inviernos parisinos son fríos, por eso reforzar la calidez del recibidor, que es la estancia que nos da la bienvenida cuando llegamos a casa nunca está de más. Y esto es lo que hizo la decoradora Pia Capdevila con este recibidor, vistiéndolo con una estilosa moqueta tricolor que, además de hacer más abrigado el espacio, le aporta elegancia. 

Los colores cálidos son una apuesta segura para hacer más acogedor un recibidor. El beige, que además de atemporal vuelve a estar de moda, se ha combinado con un arrimadero en blanco que le da más luz. Las pantallas textiles de las lámparas matizan la luz y refuerzan su calidez. 

Este vestíbulo es amplio pero resulta muy acogedor. Y la cuidada selección de mobiliario contribuye mucho a ello. La mesa, robusta y de madera, viste el espacio y al ser redonda, es más invitadora que una rectangular. El perchero de pie, perfecto para tener los abrigos a mano, además decora por sí sola. La alfombra, que enmarca el espacio, y las velas, abrigan más este vestíbulo amplio y acogedor.   

La alfombra de pelo largo, la butaca tapizada y con una mantita para calentarnos cuando llegamos de la calle y nos sentamos para descalzarnos y el suelo de madera de pino que hace más cálida la pisada. Este pequeño recibidor, proyectado por Estudio Boira, está pensado, ¡a prueba de inviernos!

¿Hay algo más cálido que la madera? Posiblemente, no. Por eso, la decoradora Isabelle Mattera la ha elegido como revestimiento de este recibidor, dándole ese aspecto tan acogedor de cabaña de madera. Para su decoración ha empleado una mini consola integrada, en la que descansan velas y un arreglo floral, y un sencillo taburete con asiento de pelo, como la alfombra.

Para decorar el recibidor de tu casa de campo haz un guiño a su localización, por ejemplo, eligiendo mobiliario de estilo rústico. Es lo que ha hecho la decoradora Jeanette Trensig en este de la imagen, con ese banco de estructura inspirada en las astas de ciervos. Su tapizado de cuadros de su asiento y el papel pintado con textura de piel realza esa sensación invernal. 

Si tienes una casa en la montaña, seguro que te gusta practicar deportes de invierno. Para que no metas la nieve y el barro dentro de casa, apuesta por un recibidor práctico con suelo enmoquetado. Elígelo de polipropileno o sisal, fáciles de limpiar. Esta entrada, proyectada por las decoradoras Marina y Laia Reguant, cuenta con una banqueta alta para descalzarse y un perchero de pared para colgar abrigos. ¡No te olvides de añadir una cesta donde depositar accesorios como manoplas, gorros o bufandas! 

Si ya sabemos que la madera es un material esencial para dar a nuestro recibidor un toque acogedor en invierno, puedes sumarle aún más calidez si el marco del espejo que coloques sea del mismo material y tonalidad que tu mueble aparador. ¡Y si quieres puedes colocar unas velitas! Será el punto final que consiga el efecto deseado de recibidor bonito y perfecto para la temporada de frío.

Otra versión ideal de recibidor de invierno, bien protegido del frío gracias a los listones anchos de madera que revisten la entrada. Sí, anchos para dar la sensación de amplitud. La decoradora Angie Escur Pujol ha integrado un armario en la pared que casi pasa inadvertido si no fuera por los tiradores. En su interior hay espacio para guardar esquíes y toda la equipación. Los complementos más pequeños se cuelgan en el perchero de pared y un decorativo trineo hace las veces de descalzador. 

La interiorista Rocío Moreno Santamaría ha amueblado este recibidor, abierto al salón, con una consola generosa de madera maciza y un par de espejos que lo amplían aún más. Los tímidos rayos de sol que entran por la ventana del salón son bien recibidos en esta entrada un tanto invernal. Una lámpara, cestos de fibra, un jarrón con mimosas y una alfombra tipo kílim templan la escena. 

¡Atención recibidores pequeños! Si el espacio no es vuestro punto fuerte, he aquí la mejor solución para decoraros: consolas ligeras o estantes fijados a la pared y lacados de blanco invernal que desahoguen la entrada. ¡Y cómo no, un espejo sin marco para ampliar visualmente sus metros! Es lo que se ha hecho en este recibidor de techo abovedado aprovechando un recoveco de la pared.

Los muebles de madera maciza con acabado artesanal le dan un encanto especial a los recibidores. La interiorista Marta Tobella ha elegido uno de ellos para este de la imagen por su carácter atemporal. Solo se sabrá en qué estación estamos por la alfombra elegida: de pelo en invierno o de fibra en verano. Marta lo ha decorado con un espejo en cuarterones y una planta de interior XL.

¿Te gustan los muebles de estilo vintage? Es otra fórmula exitosa de decorar tu recibidor de invierno, como este de la imagen, amueblado con una banqueta y una cómoda de acabado envejecido. Sus múltiples cajones te servirán para guardar las llaves, el móvil o la mascarilla nada más entrar en casa. Alegra su superficie con jarrones y flores de temporada, como claveles o narcisos. Por cierto, ¿te has fijado en la textura del papel pintado? ¡Parece acolchado!

Colocar un armario en la entrada es una excelente solución para tener en orden todo lo que necesitas para salir: abrigos, gorros, llaves, bolsos y mochilas, los cascos de la moto y de la bici... ¡No se te olvidará nada si dispones lo importante aquí dentro! Este de la imagen lo ha diseñado la interiorista Mercedes Pérez y la verdad es que resulta superpráctico. Y a su lado, el paragüero para que tampoco te dejes el paraguas, si está lloviendo.

El recibidor puede ser un lugar ideal para sentarte a escribir la lista de la compra, ojear esa factura que aún no recibes online o firmar un cheque al portador. Para eso necesitarás un mueble cómodo que te permita hacer estas operaciones exprés. ¿Qué te parece un escritorio y una banqueta? Y para no pasar frío, protege bien la pared con papel pintado, un arrimadero o los dos, como en la imagen.

A veces heredas un mueble antiguo o te topas en un mercadillo con una pieza que te enamora, pero no sabes muy bien cómo integrarlo en casa. ¿Solución? En el recibidor seguro que te quedará perfecto. Algo parecido le ocurrió a esta entrada, vestida por la interiorista Marta Noguera Trías, con un mueble antiguo de imprenta. ¡No me digas que no queda superaparente! A pesar de la estrechez de sus cajones, son suficientemente grandes para guardar las llaves, el móvil, el paraguas de mano, las gafas o los guantes.

En este recibidor de invierno sobrio y escueto se ha colocado una consola antigua decorada con un espejo con marco dorado y una lámpara de sobremesa. Para abrigar el suelo de toba, lo mejor es poner una alfombra de lana que de calidez a la entrada.

Un retranqueo en la pared puede ser la excusa perfecta para crear un recibidor. Este mini aparador de obra, montado con baldas en su interior y puertas lacadas en gris, resulta lo suficientemente práctico para mantener el orden a la entrada. Un cuadro y un jarrón con flores decoran escuetamente la repisa y, en el suelo, una alfombra redonda de fibra le aporta calidez.

Las interioristas Asun Antó y Clara Infiesta han elegido para este recibidor un mueble antiguo con doble función que llama la atención con su color caoba: una cómoda secreter que, además de su capacidad de almacenaje en sus cajones, permite sentarte a escribir o leer en su escritorio abatible. Una lámpara de sobremesa y un espejo le acompañan. El conjunto no puede ser más elegante.

Los muebles de madera toscos son tendencia. Las interioristas Cristina Afán de Ribera y Loreto Balbuena han elegido para este recibidor clásico una cómoda de factura artesanal en madera de pino y tablero de piedra. Sus herrajes metálicos, sus formas sinuosas y sus patas delanteras talladas no dejan indiferente a nadie. Un kílim de alegres colores equilibra la estancia marcada por la sobriedad.

Cuando las medidas del recibidor son un tanto peculiares, lo mejor es encargar un mueble a medida para que se adapte al espacio como un guante. Eso fue lo que ocurrió en este recibidor en el que la decoradora Gabriela Conde ha ubicado un mueble de madera que incluye perchero y banco. Se ha lacado en un verde suave y decorado con cojines color caldera para animar las cortas tardes de invierno.

Fíjate bien en este trío decorativo: velas + jarrón con flores + lámpara de mesa porque son los elementos que coinciden en la mayoría de recibidores de invierno. En este de la imagen, el decorador Pablo González los ha elegido para decorar una cómoda alta con capacidad de almacenaje a la que ha enfrentado un banco de jardín. La combinación de madera y metal resulta superarmoniosa.

Si tienes querencia por un cuadro de estilo clásico que te acompaña allí donde vas, y has decidido ponerlo en el recibidor, decora la entrada en un estilo contemporáneo que ayude a equilibrarlo. Así ha hecho la interiorista Elena Eyre en este de la imagen con una consola de líneas depuradas, una lámpara con color y base redonda que imprime dinamismo y una planta que da frescura. 

El tono neutro y el revestimiento de madera que envuelve a este recibidor le da calidez y continuidad. Aunque no lo parezca, la entrada está formada por armarios empotrados que apenas se perciben. La alfombra blanca enfatiza ese aire invernal que domina el ambiente. El proyecto es de la decoradora Elisabet Blázquez.

¿Quieres poner orden de una vez en tu recibidor? En invierno necesitamos más sitio para almacenar, por eso, elige una estructura tres en uno, que aúne banco, perchero y armario, como este de la imagen, diseñado por la interiorista Marta Tobella. Los abrigos y accesorios ocuparán su sitio. En las perchas colgarás bolsos y mochilas, y en el banco te sentarás para descalzarte y guardar los zapatos en los cajones inferiores. ¿No te parece perfecto?

La lámpara de lágrimas de cristal, el aparador antiguo con acabado envejecido y los espejos simétricos enmarcados en negro dan a este recibidor una apariencia majestuosa que ni el frío invierno logra rebajar. Las velas y la alfombra blanca con motivos dorados atemperan la estancia. 

Y, sobre todo, muchísimo encanto gracias a esa combinación de piedra y madera. Los propietarios cambiaron la puerta de entrada de sitio y, en lugar de tapiarla, usaron con mucho ingenio este bonito hueco como marco para construir este recibidor tan perfecto. No todos tenemos esta suerte, pero sí que podemos aplicar esta estructura: solo necesitamos una pared de 1'5 metros y 50 cm de fondo.

Lo mínimo es tener un colgador por cada miembro de la familia y algún extra para invitados o complementos. Pero recuerda: el perchero no es el lugar para guardar los abrigos, es un sitio de paso, donde dejar antes de guardar. No es fácil evitar la tentación, porque muchas veces el espacio de almacenaje del dormitorio es limitado y el armario se colapsa en invierno con los abrigos... Si te cabe un armario en el recibidor, es una buena solución para evitar el caos de orden y estético.

Ya no queremos, como antiguamente, una butaca para recibir a las visitas y hacerlas esperar en el recibidor, solo necesitamos un sitio para descalzarnos. Puede ser una simple repisa si no sobra el espacio. Debe estar muy bien fijada a la pared. Y muy bien integrada decorativamente. En este recibidor gris lo que destaca es este precioso kílim de tonos rojizos y anaranjados.

Es otra de las claves decorativas del recibidor: piensa que será la primera luz que encenderás, la que iluminará esa sensación de "¡al fin en casa!". Que sea cálida, como la bienvenida que te mereces a diario.

Es la estrella del invierno. Con su floración de enero a marzo es capaz de transformar y llenar de luz cualquier espacio. El recibidor también, claro. La puedes comprar, plantar en tu jardín o encontrar silvestre en muchas zonas de nuestro país.

Una casa en la montaña es el sueño de invierno de niños y adultos. Por eso no hay mejor bienvenida que unas paredes revestidas con madera de roble. No se necesita casi nada más, solo algún estampado que rompa la sobredosis de calidez. Aquí se logra con una banqueta tapizada en imitación de piel de potro. Todo está preparado para entrar y salir a jugar con la nieve.

¿A quién no le gustaría tener una ventana en el recibidor? La interiorista Adriana Farré aquí lo ha conseguido colocando espejos en esta pieza recuperada.

Llegar a casa. Y dejar fuera el frío y las preocupaciones. Siente en estos días la cálida sensación de hogar al cruzar la puerta. ¡No hay nada como un recibidor acogedor y funcional en invierno! Como este de la imagen

La leña se convierte en un elemento cálido y decorativo más. De hecho, no necesitamos nada más que madera. El revestimiento de la pared, en esta imagen, combina pino y abeto.

Algunas casas rústicas y de montaña tienen una doble entrada con dos puertas para evitar que el frío (y la suciedad) entre en casa. El primer espacio más práctico suele ser para dejar chaquetas, botas, leña...; y el segundo, da la bienvenida más formal. 

Si tu recibidor es muy pequeño y no te cabe nada más, escoge con mimo tu perchero. Si tiene repisa, será más práctico, y si es antiguo o envejecido, lo llenará de estilo. Cuelga de él elementos bonitos jugando con las diferentes alturas y dimensiones: un sombrero ideal al lado de una bufanda a juego, una cesta, un conjunto de cajas antiguas...

Lo primero es elegir una buena alfombra. Procura que sea fácilmente lavable o muy resistente, de fibras naturales, o económica para reponerla a menudo. Aquí han escogido una de pelo que, junto a la butaca y los complementos de fibra, calientan este espacio tan abierto. 

Con el invierno llegan los abrigos, las bufandas, los guantes... Tu recibidor necesita multiplicar por tres o por cuatro su capacidad de almacenaje. Pero recuerda que no debes saturarlo de prendas y convertirlo en un caos.

Nos encanta esta idea: unas cajas de madera decapada se convierten en el sitio ideal para guardar los zapatos de montaña y las botas de esquí. Si además quieres que funcionen como un banco, deberás fijarlas y asegurarte que son resistentes. 

No puedes dejar de mirarlo: una forma encantadora y cálida de proteger un recibidor de montaña con este papel pintado que imita la piel de potro. Y casi más protección necesita el suelo, especialmente en las casas donde la suciedad (agua, barro, nieve, piedrecitas...) entran el doble en invierno y hacen estragos en el suelo y en la limpieza. Como si se tratara de un gran felpudo, esta alfombra puede cambiarse cuando esté deteriorada.

Realizan su función (este es hasta paragüero) y tienen grandes ventajas: no necesitan clavarse, caben en cualquier rincón, pueden moverse y no quitan el protagonismo a la pieza principal del recibidor. En este caso, a este espejo tan escultórico.

Sabemos que en poco recibidores cabría este sofá, pero en la mayoría sí que habrá sitio para un juego de espejos como este. Lo tiene todo, especialmente calidez en un espacio que pecaría de frío sin esta genial solución.

Puedes convertir algo tan atemporal como un cojín de lino crudo en una pieza cálida e invernal, superponiendo simplemente alguna figura de fieltro. 

Replantearse por completo la decoración del recibidor en invierno, seguramente puede parecer un despropósito, pero muchas veces es tan simple como cambiar un cojín y añadir una manta. En este caso también se ha cambiado la banqueta por una tapizada en terciopelo. No te pierdas, de paso, la solución del gran espejo enmarcado con molduras.

Es una excelente idea en cualquier época del año, pero más en invierno. Esta consola hecha directamente con trozos de tronco, todavía la hace más especial. Recuerda que el recibidor es un sitio perfecto para lucir piezas especiales. Tienes licencia para que se vaya un poco de la decoración del resto de la casa.

No todos podemos disfrutar del invierno desde nuestro recibidor, pero sí que podemos disfrutarlo al máximo fuera y regalarnos la mejor de las bienvenidas. 

¿Recuerdas lo de la primera impresión? Pues la estilista Carmen Figueras lo puso muy bien en práctica en su casa: aquí los tonos cálidos del cuadro concentran nuestra mirada en este recibidor dominado por el gris.

El espejo es otro de los elementos esenciales de un recibidor: multiplica el espacio, la luz y te regala el último retoque antes de salir de casa. Muchas veces es uno de los pocos elementos que nos podemos permitir por la falta de metros, por eso es tan importante que sume calidez. Aquí han superpuesto un marco vacío para jugar con la falsa composición. 

Cuatro complementos consiguen abrigar con inspiración nórdica este pequeño recibidor blanco.

Si repasamos las fotos de recibidores, normalmente suelen incluir muebles de apoyo, muchos son consolas porque son estrechas y ligeras, pero también es habitual encontrar cómodas o escritorios. Si te cabe, elige una pieza útil que destaque y sea muy acogedora. 

Algunas casas encuentran en este espacio de transición, entre dentro y fuera, el lugar para almacenarla. Bajo la escalera es un sitio perfecto para apilarla, como en la imagen. Y para crear el recibidor, bastará con un banco y un perchero.

Si hay algo que nos puede envolver en un ambiente acogedor, nada más entrar en casa, es colocar luces cálidas en nuestro recibidor de invierno. La luz cálida nos hace sentir nuestra casa más propia que en ningún otro momento del año. Sobre todo, te encantará tener este tipo de luz cuando tu recibidor es así de rústico. Este tipo de tonalidad de luz, puedes colocarla tanto en la lámpara de techo como en la lámpara de pie o de mesa.

Cualquier recibidor adquiere una imagen invernal si lo vistes con una bonita y gran alfombra de textil cálido como el pelo. Mira lo bonito y diferente que queda este recibidor con esta alfombra en tonalidades crudas y negras de pelito. Parece tan calentita que el frío se va de golpe.

Tonos crudos, plantas, fibras naturales, detalles en negro... todas estas características forman parte de la decoración atemporal que supone un acierto en nuestra casa. Sea la temporada del año que sea, tu hogar estará perfectamente decorado. Por eso, para los recibidores de invierno, también puedes optar por un recibidor atemporal que quede tan bonito como este: mueble de madera con patas metálicas, espejo redondo, un banquito para añadir confort, lámpara de fibras naturales...

¡Wow! Mira este recibidor de invierno qué bonito y discreta queda. A veces no hace falta decorarlo en exceso para que quede bonito. Basta con un mueble moderno y sencillo en tonalidades oscuras que combinaremos con otros tejidos y materiales como alfombras de pelo, fibras naturales, papel pintado con efecto de textura...