Los 12 mejores recibidores de la interiorista Marta Tobella: encantadores, prácticos, pequeños, grandes y con buenísimas ideas para copiar

Este recibidor forma parte de un piso en Barcelona que la interiorista Marta Tobella se encargó de reformar. Con el objetivo de ganar amplitud y más luz natural, se derribaron tabiques y se acabó con los pasillos. Así se consiguió un recibidor luminoso que Marta Tobella ha decorado con piezas ligeras de hierro y fibras vegetales. 

El resultado es un recibidor moderno y con mucho estilo que tiene los muebles imprescindibles para que resulte acogedor sin verse recargado. 

Este recibidor necesitaba luz natural. Por ello, la interiorista Marta Tobella realizó una abertura acristalada, con un estor de lamas, que deja pasar la luz natural desde el salón contiguo. La puerta corredera que lleva al comedor también facilita la llegada de luz natural hasta el recibidor.

Para multiplicar la luminosidad y dar amplitud visual al espacio, las paredes y la puerta corredera se han elegido de color blanco. La consola, de madera y hierro, se ha realizado a medida para aprovechar al máximo los metros. La alfombra redonda de un beige oscuro junto a la madera del suelo y del mueble aportan calidez y hacen el recibidor más acogedor. 

En el caso de este piso en Sant Cugat (Barcelona) Marta Tobella ha ganado un acogedor recibidor al anexionar el  pasillo. Así ha conseguido espacio para un aparador de madera, cálido y robusto, decorado con un espejo tipo ventana que da luz y un toque actual. Para llevar todavía más luz a la entrada la interiorista ha suprimido el tabique del recibidor y ha planificado un polivalente mueble separador que, al tener una zona abierta en la parte superior , no rompe con la continuidad visual.

Marta Tobella eligió para este recibidor una pieza con carácter: una cajonera antigua de color negro con acabado envejecido. Este mueble combina bien con las puertas correderas de cristal de hierro lacado en negro y contrasta con el suelo y las paredes claras. 

Al ser una pieza con mucho peso visual se ha combinado con unos cuadros en tonos claros, una alfombra de fibra vegetal y un ramo de flores frescas que aportan una nota de color. 

La interiorista Marta Tobella explica que en este recibidor los metros eran un problema, pero su ubicación una bendición: “Un piso pequeño debe tener pocos colores y elegir una línea. Este apartamento está decorado en cuatro materiales: la baldosa porcelánica, el hierro negro, el contrachapado en blanco decapado y la madera envejecida”. Y casi todos están presentes en este recibidor decorado con una consola de poco fondo que sirve para apoyar, tiene cajones y una balda con cestos. Encima, un gran espejo multiplica la luz. Y junto a la puerta, un ligero colgador de escalera es perfecto para dejar el bolso o la chaqueta al entrar. 

En este recibidor, Marta Tobella apostó por un sólido mueble de madera con cajones, de aire vintage, que define el estilo del espacio. Lo combinó con un cuadro que se apoya sobre el mueble, una opción más moderna y desenfadada que colgarlo de la pared.

El recibidor tiene mucha luz natural, por ello se pudo elegir un mueble de madera oscura y un cuadro con fuerte presencia del negro sin miedo a que el espacio se viera apagado. La planta, en un cesto de fibra vegetal, pone el toque natural y fresco. 

Marta Tobella apuesta por el menos es más en este recibidor. Por eso ha aprovechado la pared junto a la puerta de entrada con una ligera balda de madera, de menos de 30 cm, suficiente para apoyar un espejo y colocar algún objeto decorativo. Debajo, bastan unos cestos de fibras para dejar los complementos al entrar. Blanco, madera y fibras son el trío ganador también en este recibidor decorado por la interiorista de Sacum. La madera en un roble medio siempre es una buena elección: es luminosa y cálida a la vez. 

En este recibidor decorado y reformado por Marta Tobella  el acierto fue prescindir de tabiques y pasillos para crear un gran espacio luminoso y funcional. El recibidor se concentra en un mueble a medida de roble que recorre toda la pared. Tiene una balda para decorar, una zona de estantes para libros y armarios en la parte inferior. Y todo en apenas 40 cm de fondo que aprovechan el retranqueo de la pared. El recibidor se llena de luz al quedar abierto al salón y a la cocina. Su tabique se ha sustituido por un cerramiento de cristal y hierro que da continuidad visual y luminosidad a todo el piso. 

En esta casa en Girona  Marta Tobella vuelve a aplicar su trío estrella para decorar el recibidor: colores neutros y claros, la presencia de la madera y el toque natural y artesano de las fibras. La entrada queda abierta al salón por una puerta acristalada. Está decorado con una consola con patas torneadas, una lámpara blanca y un cuadro en tonos neutros acorde con las paredes pintadas en color arena. El suelo de mármol blanco que refleja y expande la luz. 

Entramos en una casita junto al mar y el recibidor es buena prueba de ello. Tiene suelo de toba porque Marta Tobella quería conservar los materiales propios de la Costa Brava. Y las paredes en blanco que parecen pintadas a la cal. El recibidor está decorado con un banco de madera y enea y un práctico colgador, perfecto para dejar bolsos, pareos o gorros al llegar de la playa. Tiene una aire relajado, muy mediterráneo y fresco.