El zapatero es una pieza que te ayudará muchísimo en el recibidor, pero también hay otros muebles y complementos que incrementarán su estilo impidiendo que se convierta en una zona de paso insulsa, dándole personalidad y creando la perfecta antesala de lo que encontrarás a continuación.
Los imprescindibles
Una alfombra lo es. Tanto si tu recibidor es un espacio cerrado como si está abierto al resto de la casa. Consigue delimitar visualmente el espacio y viste. Y un perchero y una balda o una superficie en la que dejar bolsos, mochilas o gorros.
¡Ojo con el espacio! Al colocar un zapatero o cualquier otra pieza, comprueba que dejas 90 cm libres para poder pasar sin problemas.
Pero también la luz tiene una importancia clave. Los recibidores suelen ser espacios oscuros. Intenta que la luz natural le llegue con puertas acristaladas o espejos que reflejen la luz que entra en las habitaciones contiguas. Un truquillo: ilumina las paredes con leds porque crea el efecto óptico de alejarlas y que se amplíe el espacio.
Y por supuesto, dale un toque personal: un jarrón con tus flores favoritas, fotos personales, cuadros o recuerdos de viajes... piezas que solo podrás encontrar en tu recibidor, que te "abrazarán" cuando entres y que se convertirán en una bienvenida más cálida para quien te visite.
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