15 veces en que las cortinas elevaron el estilo de un salón, ¡y de qué manera!

Las cortinas de lino con caídas largas, que arrastren, son un plus a la hora de lograr un salón de diez. ¿Otro detalle que suma elegancia? Ocultar la barra por detrás de la moldura, como ocurre en este salón proyectado por Beatriz Hernández. 

En este salón, Dafne Vijande optó por unas cortinas de grandes pliegues en color beige. Muy en consonancia con las paredes tostadas. El resultado no puede ser más acertado. Esa unidad decorativa fue la responsable de sumar estilo a la estancia. Pero también, calma y tranquilidad.

Para que un salón sea de revista, tiene que ser luminoso. En este de la imagen, las cortinas ligeras de lino blanco tamizan la luz lo justo y dejan pasar los rayos de sol, tan agradables de sentir cuando se está sentado. La interiorista Adriana Farré las eligió en un color neutro para no hacerle competencia a la alfombra, absoluta protagonista de la estancia. La intensa luz que se cuela en el salón multiplica su nivel decorativo.

Utilizar los mismos tonos en las cortinas que en el resto de la decoración del salón es una baza para elevar el nivel del salón. Fue lo que hizo aquí Ángel Juncosa, de EDA Juncosa. El interiorista optó por dos colores de cortinas, beige y caldera, los mismos de los sofás para lograr un salón acogedor.

Una de las claves para un salón elegante y atemporal es emplear tonos neutros en su decoración. Mausha Marsá optó por ellos aquí en paredes, sofás y cortinas. En este salón nada desentona.

Marta Tobella consiguió elevar el nivel decorativo de este salón y transformarlo en un espacio antiestrés. ¿Cómo? Combinando estores de yute con caídas de lino. Estos, sumados a los colores neutros empleados, logran relajar el ambiente.

Piedra, gris y negro es el trío cromático responsable de que este salón aumentará su valor decorativo. Pia Capdevila eligió unas cortinas de terciopelo a juego con los sofás, los cojines, la mesa y los pufs. El resultado no puede ser más elegante.

En este otro salón, proyectado por Natalia Zubizarreta, encontramos otra idea de doble cortina. En lugar de estar a la misma altura, en la zona del comedor salen desde el techo. Una buena táctica para hacerlos más altos. Se han elegido en blanco y beige para no restar protagonismo a los sofás. 

La aparente sencillez rústica de este salón ganó en presencia cuando Ni2 Estudio de Interiores decidió vestir las ventanas. Eligieron un estor paqueto blanco y cortinas beige con faldón superior. Ambos de lino. El look mediterráneo se palpa en el ambiente y el nivel decorativo sube como la espuma.