Cuando tienes un salón pequeño, cualquier detalle importa, pero a menudo nos centramos más en el tamaño de los muebles o en su disposición que en algo aparentemente tan simple como los colores. Lo cierto es que el color puede ser tu mejor aliado o tu peor enemigo, especialmente en espacios reducidos. Y sí, hablamos de ese sofá oscuro que quizá te pareció elegante y de esas cortinas que combinaban con él, pero que están jugando en tu contra.
Según la interiorista Natalia Zubizarreta, estos errores no solo consiguen restar luz, sino que también hacen que el salón parezca más pequeño y pesado. ¿La buena noticia? Cambiar el chip y optar por una paleta más acertada que pueda transformar por completo el espacio. Aqu�� te explicamos cómo identificar y corregir este fallo con consejos prácticos de la mano de nuestra experta de El Mueble.
ADIÓS A LAS TAPICERÍAS OSCURAS Y LAS CORTINAS APAGADAS
¿Te has preguntado alguna vez por qué tu salón pequeño parece aún más reducido, aunque lo tengas perfectamente organizado? El color del sofá puede ser la clave. "El sofá es la pieza más importante de un salón. Es el mueble que más protagonismo doy y siempre quiero que esté bien orientado y se vea al entrar", asegura Natalia Zubizarreta. Cuando optamos por un sofá oscuro, esa importancia se traduce en un peso visual que roba luz y agobia el espacio. "Lo que hacemos es que toda la atención se vaya ahí, y el salón parece más pequeño", explica.
Además, las cortinas oscuras tienden a achicar visualmente las ventanas, limitando la entrada de luz natural y dando la sensación de un espacio aún más cerrado. Natalia recalca que en salones pequeños, "la luz es fundamental para crear amplitud". El error común es pensar que los tonos oscuros son sinónimo de sofisticación, cuando en realidad, en espacios reducidos, pueden ser todo lo contrario.
El objetivo de todo esto es crear un ambiente fluido y luminoso, y para ello, hay que despedirse de las tapicerías y cortinas en tonos apagados. No temas apostar por colores claros, que además de multiplicar la luz, dan sensación de frescura y amplitud.
SOFÁS QUE SÍ SON UN ACIERTO
"Un sofá claro es el aliado perfecto para un salón pequeño", recomienda Natalia. Tonos como blanco, beige, gris claro, o incluso pastel (un azul o verde suave) ayudan a que el mueble se funda con el fondo y no cree obstáculos visuales. Este pequeño cambio hará que el ojo perciba un espacio más abierto.
Además, el material también juega un papel importante. Si te preocupa la limpieza, opta por tapicerías con tratamiento antimanchas o fundas lavables. No es necesario sacrificar la practicidad por el estilo. Otra solución interesante es elegir un sofá modular de diseño compacto, que permita adaptar su forma al espacio y lo mantenga despejado. Y no te olvides de los cojines: juega con tonos claros y texturas suaves para completar un look ligero y acogedor. "Un sofá oscuro roba luz, mientras que uno claro la multiplica", insiste Natalia. ¿Te animas al cambio?
LAS CORTINAS QUE NECESITA TU SALÓN PEQUEÑO
Las cortinas son otro elemento clave en la decoración de un salón pequeño y Natalia no tiene dudas al respecto: "Cuanta más ventana tengamos, más grande parecerá el espacio". Las cortinas oscuras, en cambio, "enmarcan demasiado las ventanas y las hacen parecer más pequeñas".
¿Qué elegir entonces? Natalia apuesta por estores recogidos, que no interfieran en el paso de la luz, o cortinas en tonos claros y tejidos ligeros. "Lo ideal es que las cortinas se fundan con la ventana, creando una sensación de continuidad y amplitud", explica.
Si prefieres cortinas tradicionales, elige caídas con materiales vaporosos y colores neutros. Otra opción es coordinar las cortinas con el tono de las paredes para conseguir un efecto envolvente. Esto no solo hará que el salón parezca más grande, sino que también aportará un toque de elegancia sin demasiado esfuerzo. ¿Dispuesta a poner en práctica todos estos trucos?