"Suelos de mortadela" y otras cosas originales de los pisos de Barcelona, según los extranjeros

Es cierto que en esta imagen el suelo de terrazo tiene una versión mucho más moderna y actual, pero mantiene la esencia de lo que los extranjeros consideran como "suelo de mortadela" o suelo con dibujos que recuerdan a los que presenta este embutido. 

Muy pocas casas construidas durante los años 70 escapan de esta moda en baldosas que arrasó y se extendió en los hogares de nuestros padres y abuelos. En este caso, el revestimiento llega a las paredes y el resultado es realmente bonito. Algo que no sucedería si hiciéramos lo mismo con el tradicional suelo de terrazo. 

Si algo diferencia a los pisos y casas de Barcelona, son los techos altos que se abren a balconadas a la calle. Un toque de esplendor y lujo que les confiere una identidad propia. De esta forma, los hogares de la capital cosmopolita expiran el gusto por la decoración de la antigüedad. A su vez, mantienen la sensación de amplitud que recuerda a las casas señoriales con mucha luz y elegancia.

Las cocinas mini también son propias de las casas de Barcelona. Se suele dar más importancia a la amplitud en salón y dormitorio y no tanto a las cocinas que, además de pequeñas, suele estar abiertas a otros espacios o compartir estancia con el salón. 

Otros claros protagonistas de los pisos de Barcelona, son los suelos hidráulicos. Convirtiendo los pisos en espacios visualmente más atractivos, estos mosaicos compuestos de varias losas, también pueden llegar a utilizarse en las paredes. Un recurso vintage muy propio de los años 70 que ahora se conservan y están considerados como un tesoro decorativo de estos pisos (aunque a muchos extranjeros les horrorice).

Algo que también ha llamado la atención de los extranjeros, es que los pisos se alquilen vacíos o, en su defecto, sin electrodomésticos. Esto lleva a que el huésped sienta como si estuviera comprando un piso propio y lo estuviera amueblando y equipando desde cero. Aunque para nosotros es algo normal ver este tipo de anuncios (nos guste más o menos), para ellos es algo totalmente escandaloso.

Si ya de por sí para nosotros es toda una suerte encontrar una casa o piso con balcón o terraza (y más aún después de la pandemia), para los extranjeros es un eslabón más, considerando estas zonas exteriores como un lujo. Concretamente en Barcelona, los balcones son un típico emblemático junto al resto de detalles que convierten las fachadas de la ciudad en atractivo turístico.

Ver en una azotea de un edificio cuerdas de ropa que cruzan de un extremo a otro o directamente, montar una terraza en este espacio 'inhabilitado', no es algo que nos produzca ninguna extrañeza. Sin embargo, para los extranjeros es toda una curiosidad esta práctica que llevamos adoptando toda la vida.

De hecho, muchas personas comparten este espacio cuando se trata de un edificio de vecinos y lo utilizan para estos fines laboriosos del hogar. Otros, de forma más privada, montan una terraza modo 'chill out' de lo más acogedora. Además, esto no solo se hace en Barcelona, sino en todas las ciudades de España.