Soy decoradora y estas son las cosas que debes tirar YA si quieres una casa moderna

Las casas actuales apuestan por la libertad y la comunicación entre las estancias y la integración del exterior. Ante lo cual, debemos contemplarla como un todo, un lugar con nexos y relaciones.

Por eso, "en una vivienda moderna que se precie NO recomendaría nunca los espacios demasiado compartimentados o cerrados con muchas puertas. Se trata de crear una distribución muy funcional, donde los ambientes sean fluidos". 

Una de las maneras de que tu casa destile modernidad es a a través de los materiales y los acabados. Por eso, NO usaría materiales muy artificiales, demasiado brillantes o que contengan barnices sintéticos. En cambio, incorporaría materiales naturales, como la madera o las fibras, y, a ser posible, respetuosos con el medioambiente.

Nunca pondría muchos focos llenando el techo de luces que no iluminan nada concreto y no potencian ningún elemento, sino que, equivocadamente, proporcionan una luz uniforme y continua, muchas veces excesiva y otras, sin embargo, escasa.

En una casa que presume de moderna, la iluminación ha de estar muy estudiada. Se ha de crear, por un lado, una luz indirecta ambiental, y luego potenciarla con otra más concentrada, allí donde la necesites e, incluso, completarla con alguna lámpara decorativa.

Las decoraciones modernas apuestan por la limpieza visual, que no es sinónimo de minimalismo, y por espacios donde reine el orden, lo práctico y el confort. Por eso, Cristina Arnedo lo tiene claro: "De la misma manera que nunca optaría por espacios pequeños y poco funcionales, siempre evitaría la sobrecarga de elementos decorativos". 

Vincular un colorido excesivo con un estilo contemporáneo y moderno es un error, lo que no signifique que no los haya, Así, la interiorista señala que "no decoraría nunca una casa moderna con colores muy oscuros o saturados. En su lugar optaría por paletas neutras y suaves". 

Como ya he dicho, para mí, uno de los elementos más importantes en las viviendas modernas es la iluminación, aprovechar al máximo la luz natural y trabajar los distintos tipos. Por eso, NO pondría nunca elementos que entorpezcan el paso de la luz y dejaría libre de muebles altos las ventanas. 

Respecto al mobiliario, NO pondría muebles demasiado ornamentados que resultan muy pesados. En su lugar optaría por un mobiliario de líneas limpias y de materiales naturales y agradables, siempre fusionando la estética con la funcionalidad.

Eso sí, no se trata de que solo incorpores piezas de líneas rectas, también valen las curvas (una de las tendencias que más alegrías y calidez nos ha dado), ni tampoco de que todo vaya coordinado, la mezcla siempre funciona. 

No propondría sistemas de control de clima y luz tradicionales con muchos interruptores a la entrada de cada estancia, que, a su vez, encienden muchos focos empotrados en el techo, con su luz estática.

En su lugar, optaría por incorporar a la casa un sistema domótico de control de luz para crear escena, así como para regular la temperatura. Una opción que, además, mejora la  eficiencia energética.