La madera es un material imprescindible en la casa, también en las de 'El Mueble', por su capacidad para aportar calidez y embellecer los ambientes con sus tonalidades y su carácter natural e imperfecto. Sin embargo, equivocarse al combinar un tipo con un color determinado, puede resultar fatal y cargarse a una aliada nacida para el éxito en las viviendas actuales.
Por eso, hemos pedido a la interiorista Raquel Chamorro que nos revele sus claves de estilo y sus combinaciones infalibles para acertar y sacar todo su potencial. “Es un material noble que no debemos olvidar jamás en nuestros espacios, mezclado con piedra y con metal, sea hierro negro, latón o bronce. Como siempre, es importante pedir ayuda a un buen profesional que nos ayude a empastar bien los colores y que haya un diálogo entre las diferentes estancias de una casa”.
Cada madera con su color (o colores)
En estos momentos, las maderas oscuras son tendencia, mientras las claras, que llevan acaparando la atención, temporada tras temporada, se mantienen en un segundo plano, sin perder terreno, eso sí.
“Estos años pasados ha sido tendencia la madera clara con tonos beiges y acero, muy utilizado también en arquitectura. El problema es que el resultado no tiene vida y es plano, si no se sabe romper en el punto adecuado es anodino y los colores se pierden, además de no crear volúmenes. Ahora se llevan las oscuras con sus matices”. Descubre, a modo de 'cada tipo con su pareja', qué maderas y con qué colores funcionan mejor y cuáles debes evitar poner cerca.
Nogal: en contraste con negro o visón
Oscura, elegante y en tendencia, esta madera queda impresionante con el negro de contraste y el visón claro. La mezcla es objetiva, es decir, perfecta para todo tipo de personas y estilos, además de atemporal. Para los que adoran la madera oscura, es la ideal. Como colores complementarios, empasta muy bien con el granate o el verde carruaje y, por supuesto, con todos los metales y piedras.
Roble: con tonos de la naturaleza
El problema es que, gran parte de esta madera, tiene betas rubias y el color predominante es amarillento. Por lo que no queda bien con el blanco roto ni con el gris, ni con ningún otro pálido. A pesar de que son los suelos y puertas que más se utilizan, especialmente en las promociones de viviendas, por su precio más económico, se trata de una madera complicada de ‘envolver’. Debemos irnos a los colores de la naturaleza: el verde hoja y los tierra, con ello descartaremos el tono amarillo del propio material.
Haya: el verde oliva es su pareja ideal
Suele ser clara y con poca beta, al margen de que se puede lacar. En su estado natural va bien con todos los colores neutros y claros de base, como el blanco roto o el gris clarito y buscar complementos en tonos como un verde oliva. Para los que adoran la madera clara es, sin duda, la ideal.
Jatoba: beiges para suavizar
En general es rojiza y oscura. No es una de las maderas tendencia, ya que puede dar un aspecto serio al espacio, aunque se encuentra en muchas casas. Para compensar el rojizo, se pueden suavizar con toda la gama de beiges y, como complementarios, los granates, que se acerquen al color de la beta. También quedan bien el rojo y el verde inglés.
Madera de Macassar: blancos cálidos, mocas...
Esta tropical, con un precio alto, resulta exquisita en la casa. Sus betas son negras y naranja quemado. Quedan de maravilla con los blancos rotos, mocas, color tonel quemado o tejas. El resultado es también espectacular con el negro. Empasta muy bien con maderas como el olmo decolorado y el ébano.
Ébano: en contraste o en armonía
Esta madera negra queda bien con todo. Como es cara, se suele poner en detalles. En el suelo, habiendo luz y metros, es espectacular.
Wengué: con tonos claros o vivos
Muy utilizada, esta madera tropical, de precio elevado, ha pasado a ser un color más que un material. Al ser oscura, puede mezclarse con todos los tonos claros y toques vivos.