No. Un estudio de interiorismo no es una empresa de reformas. Y conocer las diferencias entre ambos no es solo cuestión de hablar con propiedad, sino que saber los múltiples matices que los distinguen hará que sepas a cuál acudir según tus necesidades. Porque algunos proyectos pedirán a gritos un interiorista y otros un reformista. Veamos tres casos prácticos para que quede claro:
1. Quieres redistribuir por completo la casa para sacar más partido al espacio y a la luz
Entonces llama a un interiorista, cuyo principal cometido es el diseño, planificación y/o dirección de la reforma como parte de un proyecto de interiores, supervisándola y coordinándola para obtener un resultado cien por cien personalizado, a la medida del cliente.
Estos estudios no disponen de una cuadrilla propia de especialistas que realicen dichas tareas. O bien subcontratan el servicio (normalmente tienen colaboradores de reformas y equipos de mucha confianza para que lleven a cabo sus trabajos) o lo hace el propio cliente.
2. Quieres reformar y renovar instalaciones
Como alicatar el baño o cambiar las puertas, renovar el suelo, hacer una instalación eléctrica, cambiar el plato de ducha de un aseo o pintar un piso... Entonces contrata a una empresa de reformas, que por definición es la que se encarga de la ejecución de la obra como parte del proceso de remodelación. Suministra la mano de obra la cual forma parte de su plantilla o externalizando parte del trabajo en colaboración con los distintos oficios: albañiles, pintores, empapeladores, electricistas, ebanistas, fontaneros, etc.
Te guiarán en cuanto a materiales y acabados, ofreciéndote diversas opciones, entre las firmas y fabricantes con que trabajan. Como no necesitarás proyecto de interiorismo, eso que te ahorrarás.
3. Quieres hacerle un lavado de cara a tu piso para ponerlo en alquiler
Tu mejor opción es un Home stager. Evitarás obras y la intervención será menor (pintura y decoración, esencialmente) pero muy efectiva.
Son tres grados de intervención muy diferentes, aunque a menudo estos oficios se suelen mezclar hasta la confusión. Y es que tanto los reformistas como los interioristas están capacitados para orientar y aconsejar al cliente, dando respuestas y soluciones a sus demandas: desde la elección y el suministro de materiales a una posible distribución de espacios. Pero hay algo que los distingue: el proyecto de interiorismo.
El mito de que "el interiorista sale caro"
En primer lugar, vamos a citar a la sabiduría popular: "lo barato, sale caro". Así que, partiendo de esta premisa: no, contratar los servicios y el asesoramiento de un interiorista no tiene porqué costar mucho dinero. Todo dependerá del volumen del proyecto, las dimensiones de la casa, el grado de detallismo que deseemos contratar... Y si lo miras con cierta perspectiva, sale a cuenta. Hoy en día, el tiempo es dinero ny si calculas las horas que te ahorrarás en el proyecto y seguimiento de reforma de tu casa, verás que te salen los números.
"La elaboración de toda la documentación de un proyecto de interiores (planos, plano de iluminación, infografiasrender 3D, estudios e informes) no puede ser percibida como parte del paquete incluída en el precio de la reforma. Es un servicio adicional y por tanto, tiene asociado un coste que es en realidad una inversión en beneficio del propio cliente", asegura el arquitecto de interiores José Ramón García Abad del estudio de interiorismo madrileño Dimensi-on. "Al igual que las empresas de reformas hacen uso de su experiencia y aprendizaje al levantar tabiques o alicatar un baño, los interioristas ponen a disposición de sus clientes su formación y conocimientos para llevar la reforma a un nivel superior de excelencia y estética", concluye.
Si lo que quieres es "un proyecto llave en mano", tu opción es el estudio de interiorismo. Pagarás un poco más (las tarifas son distintas dependiendo del estudio; deberás comparar trabajos y precios) pero trabajarás mano a mano con tu interiorista, sentirás que tienes un compañero de viaje en la reforma de tu casa y no tendrás que hacer visitas de obra si no quieres (para eso está la parte de dirección de obra del estudio de interiorismo).
Una vez termine su trabajo, el estudio te dará las llaves de tu casa y no faltará ni un cojín, ya que "su utilidad reside en conseguir un grado de personalización, de mimo por el detalle y un equilibrio en el conjunto incluyendo la decoración final: telas, confecciones, mobiliario, complementos, adornos, lámparas, electrodomésticos y así hasta donde ambas partes (cliente y estudio) acuerden", recuerda José R. García Abad.
¿Cuánto dinero me va a costar cada profesional?
Tanto la empresa de reformas, como el estudio de interiorismo tienen sus márgenes de beneficios, pactados con los proveedores de materiales. La única diferencia sustancial, como ya se ha apuntado antes, se encuentra en el proyecto de interiorismo y la dirección de obra, servicios que presta más al detalle un interiorista (de ahí su coste más elevado). Ambos servicios, como es natural, tienen su coste.
Por supuesto que una empresa de reformas también te hará planos y brindará asesoramiento personalizado, pero en cuestiones más puntuales, como la reforma de una cocina, de un baño o cambiar el suelo, por ejemplo. Para un proyecto integral, el interiorista te ofrecerá varias opciones de distribución, con planos detallados cada vez más realistas.
Para que te hagas una idea el presupuesto orientativo de una reforma integral de un piso de unos 80 m2 con interiorista, puede costar desde los 30.000 €. Aquí entra el proyecto, derribar tabiques, cambiar instalaciones de todo tipo, suelos, ventanas, pintura y algo muy importante: las gestiones y costes de licencias y permisos varios que precisa toda reforma.
Si lo que quieres es cambiar el suelo de tu casa, de unos 80 m2 como antes, cuenta con unos 5.000 € para un pavimento de tarima flotante laminado. Esto lo puede llevar a cabo una empresa de reformas. El presupuesto orientativo para reformar un baño mediano es de 3.500 € aprox.
Y la pregunta del millón: ¿Cuánto cuesta el proyecto de interiorismo? Recuerda que es ese "plus" que lo diferencia del trabajo de un reformista. Pues según un estudio comparativo realizado por un portal especializado comparador de servicios, el precio medio de un trabajo de interiorismo es de 1.822 €. Esta cifra es una estimación y puede variar en función de factores como la calidad de los materiales, la duración de la obra, las dimensiones... Habitualmente, los honorarios de un interiorista solo suponen un 5-10% de la inversión total.
Hay estudios de interiorismo que poseen unos honorarios estandarizados, aplicando un precio por m² del espacio en el que van a actuar, el cual va cambiando en función de la superficie. Normalmente, existen tres tipos de honorarios €/m2: por proyecto de interiorismo, por asistencia técnica y por dirección de obra. Pero no todos los interioristas funcionan igual.
"Una de las ventajas de internet es que ofrece al cliente la posibilidad de cotejar una buena cantidad de información a la hora de contratar a un interiorista. Además de ver su web, su portafolio de proyectos y su actividad en redes sociales, lo que la mayoría de las personas realmente desean indagar es el importe del proyecto para la reforma y decoración de un espacio. Comparar precios es una de las búsquedas habituales de todo comprador de servicios, junto con las opiniones y las referencias de otros usuarios", nos dicen desde Dimensi-on Arquitectura interior.