Puro estilo 'El Mueble' en un piso pequeño de 90 m2 de Barcelona: una mezcla de blanco, azul y madera y muchas ideas para aprovechar el espacio // CON VÍDEO Y PLANO

Al entrar en la casa, lo primero que encuentras es con una pared en tono verde, la cual da las primeras señales de cómo va a ser el resto de estilismo de la vivienda. Unos colgadores decorativos permiten guardar las chaquetas y los abrigos a la vez que otorgan elegancia, ritmo y personalidad a la pared. Además, una consola de madera clara y natural a modo mueble de recibidor nos recibe y da una cálida bienvenida. ¡Y no podía faltar el espejo redondo! Un dúo dinámico que no puede faltar en ningún recibidor.

En el salón eligieron un sofá desenfundable de lino que no fuera chasie longue para no colapsar el recorrido de la vivienda. "Para dar servicio al sofá y a la butaca auxiliar, pusimos un mix de mesitas de centro metálicas negras que aligeran el peso del roble en la vivienda, y que además se pueden ubicar en múltiples posiciones", explica Irene, de Sira Barcelona. Se completó el look con una alfombra de fibra natural muy resistente a la par que bonita, para así no preocuparse por las manchas y que, además, enmarca la zona del salón. 

"Para vestir el sofá, pensamos en colores de cojines relacionados con los tonos de la obra de Blanca Cases. Es un recurso que a menudo hacemos, nos encanta el arte, e incorporarlo a las viviendas que reformamos es un recurso infalible para nosotros", nos cuenta la responsable de la reforma. Aquí, además, se puede observar como queda el nuevo salón con el panel corredero de madera.

"Cuando hablamos con la propietaria, concluimos que en la habitación contigua iría una habitación, ya que los miembros de la familia así lo necesitaban", indica. Mediante esta pared divisoria, el piso ha ganado intimidad y separación de ambientes -cuando se abre el panel de roble tanto el dormitorio y como la zona de estar se vuelven más independientes, y a la inversa-.

En esta cocina pequeñita, la mezcla de blanco y madera destacan como el corazón de la casa. Los muebles son modernos, sin tiradores, con un estante de madera que ofrece espacio de almacenaje abierto y conecta con el resto de espacio abierta. Por otro lado, la mesa del office, que hace de comedor, es de madera robusta, y ocupa un espacio considerable, pero le suma valor decorativo. 

El piso consta de 3 habitaciones, 2 de ellas dobles y una individual. Detrás del panel de madera, desvelamos uno de ellos, con textiles ligeros de color azul. "Jugamos con las texturas, añadiendo algodón gofrado lavado a la piedra para el plaid turquesa y los cojines traseros grandes. El cabecero es nuestro modelo Sira Barcelona, el que solemos colocar en nuestros proyectos", señala Irene. "Tiene un diseño minimalista con un pellizco en el perfil para enmarcarlo", añade. 

La siguiente habitación doble no es de grandes dimensiones, y es más oscura que el resto de la casa porque está orientada al patio interior. Una buena solución para sumarle luminosidad, y tratando de no recurrir a un cabecero tradicional, fue la de texturizar la pared a media altura con papel pintado. Las mesitas de noche suspendidas, por otro lado, también aligeran mucho el ambiente.

"Para los textiles jugamos con confeccionar cojines en tonos azules, en celeste liso, blanco y rayitas azules en lino. Colocamos también un banco funcional a la derecha de la cama para facilitar dejar los cojines por la noche y sentarse para calzarse durante el día", indican los interioristas. 

La única habitación individual pensada para un niño está compuesta por una cama nido, que permite almacenar dentro de ella maletas y el nórdico, y unos tonos neutros que texturizan la cama y le dan volumen. "Creemos que esto da elegancia y serenidad en el ambiente, a pesar de pertenecer a un niño", explican los de Sira Barcelona. "Como es la estancia más pequeña de la casa, solucionamos el problema de espacio de la mesita de noche con un taburete, lo cual nos parece que queda ligero y estético", recomiendan.