Un pisito de 75 m2 en un edificio con fachada protegida en el madrileño barrio de Malasaña. Con elementos con mucho encanto, como suelo hidráulico y contraventanas originales... Suena bien, ¿verdad? Pues no del todo. Porque tenía un aspecto anticuado que no lo hacía apetecible y sus muchas habitaciones y recovecos se comían la luz natural.
Su propietario le vio potencial, y por eso contactó con la interiorista Estela López, de Deco&Living, para que hiciese una buena reforma y lo convirtiese en el piso vacacional, con gusto y muchos detalles con el que soñaba. Os adelantamos que Estela cumplió su misión con creces. ¡No te pierdas el resultado!