A pesar de que existen mil formas e ideas muy inspiradoras para decorar, pintar o vestir las paredes de nuestra casa, no todo el mundo quiere seguir este patrón. Hay quiénes prefieren dejar las paredes de su casa lisas y completamente blancas y, aunque esto también sea una buena opción decorativa porque el blanco es un clásico y un acierto que aporta mucha luminosidad, no todos los tonos son válidos. Algunos de ellos pueden hacer que nuestra casa se vea muy fría, como si se tratase de las paredes de un hospital, ¡y eso es algo que queremos evitar a toda costa! Pero, ¿qué tono de blanco elegir entonces para las paredes de nuestra casa?
"¡La eterna pregunta!", nos dice la interiorista Natalia Zubizarreta. Hemos recurrido a ella para que nos explique y nos muestre cuál es el mejor blanco para nuestra casa. "Es algo con lo que me he peleado durante muchos años. Mi consejo es que el blanco tenga un punto de amarillo para que aporte calidez, pero que no sea excesivo, ya que si amarillea mucho, puede parecer que han fumado", nos cuenta. Así, una vez que ya entendemos a qué tipo de tonalidad blanca puede referirse, pasaremos a hacer primero pruebas en techo y paredes de diferentes zonas de la casa. ¡Te toca decidir! Mira estos ejemplos de casa con paredes blancas con un toque amarillo que muestran la idea de la decoradora: