A pesar de que existen mil formas e ideas muy inspiradoras para decorar, pintar o vestir las paredes de nuestra casa, no todo el mundo quiere seguir este patrón. Hay quiénes prefieren dejar las paredes de su casa lisas y completamente blancas y, aunque esto también sea una buena opción decorativa porque el blanco es un clásico y un acierto que aporta mucha luminosidad, no todos los tonos son válidos. Algunos de ellos pueden hacer que nuestra casa se vea muy fría, como si se tratase de las paredes de un hospital, ¡y eso es algo que queremos evitar a toda costa! Pero, ¿qué tono de blanco elegir entonces para las paredes de nuestra casa? 

"¡La eterna pregunta!", nos dice la interiorista Natalia Zubizarreta. Hemos recurrido a ella para que nos explique y nos muestre cuál es el mejor blanco para nuestra casa. "Es algo con lo que me he peleado durante muchos años. Mi consejo es que el blanco tenga un punto de amarillo para que aporte calidez, pero que no sea excesivo, ya que si amarillea mucho, puede parecer que han fumado", nos cuenta. Así, una vez que ya entendemos a qué tipo de tonalidad blanca puede referirse, pasaremos a hacer primero pruebas en techo y paredes de diferentes zonas de la casa. ¡Te toca decidir! Mira estos ejemplos de casa con paredes blancas con un toque amarillo que muestran la idea de la decoradora:

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1.

Un salón acogedor en tonos blancos

Un salón acogedor

Un salón acogedor

El Mueble

El salón es una de las zonas de la casa en la que más se respeta la idea de dejar las paredes blancas. Sin embargo, fíjate en que no se trata de un blanco puro, sino en un blanco roto que tiene su toque cálido y hace mucho más acogedor el espacio. Para seguir apostando por la luminosidad, se han combinado detalles, textiles y demás elementos en un blanco más brillante. ¡El resultado es espectacular!

2.

¡En el dormitorio también!

Un dormitorio con paredes blancas

Un dormitorio con paredes blancas

El Mueble

Lo mismo que sucede en el comedor, lo podemos repetir en el dormitorio. Sabemos que este espacio es para descansar y relajarnos, por lo que la calma visual es esencial. Con esto queremos decir que es mejor no recargar demasiado el espacio, y que las paredes blancas son una buena alternativa para combinar nuestro mobiliario y textiles sin llegar a ser excesivo. ¡Mira el toque cálido del blanco! Mucho mejor, ¿verdad?

3.

En la cocina, ¡mucha luz!

Una cocina con las paredes blancas

Una cocina con las paredes blancas

El Mueble

La cocina es un espacio que frecuentamos diariamente y en la que pasamos mucho tiempo y compartimos grandes momentos. Es por ello que debemos exprimir al máximo su luminosidad, y no hay mejor forma de conseguirlo que pintando nuestras paredes del blanco cálido idóneo para que sea una zona agradable y confortable. Además, puedes seguir con ese nivel de armonía y colocar un mobiliario también en blanco. ¡Quedará así de espectacular!

4.

Paredes blancas para salones armoniosos

Paredes blancas para salones armoniosos

Paredes blancas para salones armoniosos

El Mueble

Que nuestras paredes sean blancas no significa que sean sosas. Ya te hemos contado muchos de los beneficios que tiene el hecho de dejar las paredes lisas en este tono, como la luminosidad o la calidez, pero hay más cosas que debes saber. Cuando dejamos las paredes en este blanco con punto amarillo tan bonito, podemos decorar el resto del espacio con un abanico abierto de posibilidades: combinar estilos, textiles, texturas, añadir toques de color, cuadros...

5.

Un baño puro con paredes blancas

Un baño puro con paredes blancas

Un baño puro con paredes blancas

El Mueble

El baño es una zona que tiende a ser de pequeñas dimensiones. Las paredes blancas en el cuarto de baño garantizan, además de mucha luminosidad, sensación de amplitud pero también de limpieza al generar un efecto de ambiente despejado y tranquilo. Eso sí, haz caso a nuestra interiorista y escoge un tono de blanco con un toque cálido, verás que aunque se cumplan estos efectos, no se convertirá en un espacio frío y solitario, ¡todo lo contrario!