1. El problema: poca luz natural Esta fue la petición que recibimos de una lectora: " Mi salón tiene muy poca luz natural. Está en una planta baja y solo tengo una ventana en uno de los extremos. Además, es muy alargado y estrecho como un tubo. " Julia Robles, Zaragoza Solución 1: distribuye bien Dónde colocamos los muebles es la clave en estos casos de pisos sin luz: sitúa la zona de estar junto a la ventana, el lugar donde pasamos más horas. Divide sin poner obstáculos a la luz; aquí habrá un cambio de altura y además puedes zonificar la sala con alfombras, cuadros o arrimaderos. Solución 2: dirige la luz Para que llegue hasta el comedor, procura que el máximo de superficies sean blancas y lisas; mira cómo refleja el tablero de la mesa. ¡Y que nada limite la entrada del sol! Siempre será mejor que la carpintería sea blanca y estrecha. 2. El problema: poca luz en invierno Nos escribió una lectora: " Mi salón tiene una ventana grande, pero solo recibe la luz del sol por la mañana. Está pintado de un tono gris clarito. Además, hay árboles cerca y en invierno tengo muy poca luz ", Rosa Milano, Madrid Solución 1: usa el color blanco El blanco es el único color que refleja la luz al 100%, por eso es perfecto para la pintura de las paredes y las tapicerías, sobre todo si reciben el sol directamente. Procura que los sofás, la mayoría de cojines, las lámparas... sean de tonos blancos. Y si el parqué es oscuro, ¡pon alfombras de color claro! Solución 2: da importancia a la ventana Despeja la ventana, esa será la clave. Unos estores pueden ser mejores para ganar luz que unas cortinas. Y si puede ser, que siempre sean blancas. Si es un blanco puro y muy brillante, su efecto luminoso se duplica. Otro elemento que podéis introducir son los marcos blancos: en este color, los marcos también reflejarán la luz. Solución 3: deja que pase la luz Potencia las ventanas. Hacerlas crecer o convertirlas en puertas es una buena inversión si la luz escasea, y suele ser posible. Que nada las tape (evita los cuarterones), y tampoco nada desde fuera: toldos, pérgolas, porches... mantén los cristales perfectamente limpios. Solución 4: despeja el paso Cada vez que se unen más estancias donde más tiempo pasamos: la cocina y el salón, o el salón y el comedor. Si quieres que la luz fluya entre estancias, lo mejor es abrir lo máximo posible los tabiques y evitar las puertas y dinteles. Si más adelante quieres separaciones, siempre puedes poner paneles acristalados que dejan pasar mejor la luz. Solución 5: pon puertas de cristal Las del recibidor al salón, las del pasillo, la cocina... si prefieres poner puertas, escógelas blancas o de cristal, al menos en parte. Valora si son imprescindibles, pero recuerda que los espacios, cuanto más abiertos estén y menos obstáculos tengan, mejor. 3. El problema: poca luz natural en el dormitorio " Vivo en un piso y mi dormitorio es triste y oscuro porque tengo muy cerca el edificio de enfrente. Está pintado en tono arena, pero me parece claustrofóbico. ¿Qué hago? " Ana Alba, Madrid Solución 1: aprende a iluminar correctamente La iluminación siempre será la clave para un piso oscuro. Para que no quede ninguna zona en sombra, usa focos blancos y luces auxiliares que sean cálidas y suaves. Pinta el dormitorio en dos tonos blancos y apuesta por un cabecero integrado que dé continuidad. ¡La ropa de la cama del dormitorio con telas claritas hará el resto! Solución 2: los colores Pon un cuadro grande o varios pequeños en el cabecero. Elige tonos cálidos y luminosos. Esto te ayudará a crear un foco de luz. ¡El truco definitivo de las estilistas es conjuntar la ropa de la cama con los colores del cuadro! Solución 3: usa las telas a tu favor Elige las telas blancas o muy claras. Especialmente para las piezas grandes como los sofás. Y todavía mejor si están bajo alguna ventana y reciben luz directa del sol. El blanco funciona como una gran pantalla, casi como un espejo, por lo que toda luz que recibe la rebota. Solución 4: cortinas que no tapen Si tienes que dejarlas corridas, es mejor que coloques estores, ya que con las cortinas convencionales se superponen capas de tela y pasa menos luz. Elige visillos blancos o crudos, de telas ligeras y translúcidas de lino o algodón (muselinas, gasas...) Solución 5: cómo añadir color Usa un grupo de cojines de base en blanco o color lino y añade toques de contraste: estampados con fondo blanco, cojines de tonos claros o dorados... También funcionarán las telas que den brillo, como son las sedas. 4. El problema: un pasillo oscuro " Vivo en una casa antigua con un pasillo largo, estrecho y oscuro. Tengo puertas de madera a ambos lados. Pinté las paredes en beige para que fuera más cálido, pero no funciona ", Luisa García, Valencia Solución 1: unifica ¡Que todo sea blanco! Si te da mucha pena pintar las puertas, deja el lado que da a las habitaciones en madera. Y todo significa: marcos, zócalos, lámparas... También puedes usar un arrimadero: ponlo a la vista y corrige la sensación de tubo. El lacado, además, siempre reflejará más luz. Solución 2: el suelo Fíjate cómo se refleja la luz. Es casi tan importante el tono claro del suelo como un acabado satinado. También importa el tamaño: si las piezas son grandes, hay menos juntas y refleja más. Si no puedes cambiarlo, ¡pon alfombras blancas! Solución 3: pintura más luminosa La pintura que sea blanca o casi blanca. El blanco es, sin duda, el color que más luz refleja. Por lo tanto, debemos buscar crear un efecto envolvente para que no se pierda por ningún lado. Ponerlo por las paredes, el techo, los suelos... El parqué siempre se puede aclarar con un tratamiento blanqueador de efecto lavado. Solución 4: acabados que reflejen No dejes fuera puertas, ventanas, marcos y zócalos: ¡todo cuenta! Aprovéchalos para añadir un acabado que refleje más luz; además no es necesario que sea brillante, ya que hay lacados y pinturas satinadas que quedan mejor de los que imaginas en las muestras. Solución 5: efecto monocolor Para que el blanco no sea frío o aburrido, úsalo en diferentes superficies, acabados y texturas: arrimaderos, papeles pintados... Si pintas algunos muebles grandes como la librería, la mesa del comedor o la cómoda, el efecto será más eficaz. 5. El problema: un recibidor sin luz " Mi recibidor es muy pequeño y no recibe luz natural de ninguna ventana. Solo tengo una pared libre con una cómoda antigua. ¿Cómo lo puedo decorar para disimularlo? " Ana Flores, Málaga Solución 1: apuesta por el monocolor Que el suelo y las paredes sean un continuo del mismo color hará que tu recibidor parezca más grande y luminoso. Rebaja el tono de las maderas: píntalas o dales un acabado decapado. Si puedes, coloca flores o plantas: se convierten enseguida en un foco de luz. Solución 2: más espejos Son el recurso perfecto para potenciar la luz y los puedes usar de muchas maneras distintas. Lo más espectacular que se puede hacer con los espejos es cubriendo toda la pared como si fuera un ventanal: da profundidad y refleja toda la luz del salón, la cual debe contar con la ventana. Solución 3: déjate ayudar por la decoración ¿Cómo elegir los muebles? Tienes tres opciones: que sean de madera muy clara, que estén pintados en blanco (o decapados) o que tengan un acabado (barniz, laca) un poco brillante para que reflejen la luz. Siempre que sea posible, cuida especialmente las piezas grandes. Solución 4: usa cristal y dorados ¡Los complementos son más poderosos de lo que imaginas! Fíjate dónde da la luz y coloca piezas de cristal o doradas, y así conseguirás unos reflejos preciosos. Abusa de los acabados brillantes, metálicos... sin miedo alguno. Lo dicho: pon jarrones, vajillas, marcos y lámparas con brillo. Solución 5: apuesta por alfombras claras o de fibras Se convierten en esenciales si el suelo es muy claro: cuanto más blancas y grandes sean, mejor. También funcionan las alfombras de fibras de acabado más natural. Y si no quieres renunciar a las clásicas, superponlas sobre una lisa más grande y clara. Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter .