Lidia Molina, interiorista: "Evita encimeras brillantes en tu cocina, reflejan demasiado la luz y quedan poco modernas"

Reformar una cocina no es nada barato, para ser sinceros. Es cierto que dentro de nuestras posibilidades, siempre podemos encontrar opciones más asequibles y económicas, pero por lo general, es una decisión costosa a la par que importante. Así lo afirma Lidia Molina, arquitecta e interiorista, que ha creado su propia guía práctica para ayudarnos a elegir con criterio una de las piezas claves de esta estancia: la encimera.

Alrededor de nuestra encimera se alza la vida en nuestra cocina. Por eso, y ante la enorme variedad de materiales y acabados que actualmente ofrece el mercado, Lidia propone una aproximación funcional que nos ayuda a tomar decisiones informadas y adaptadas a nuestras necesidades: "Esta guía se divide en dos partes", dice la interiorista. "En primer lugar, analizaremos los factores generales para conocer qué encimera es mejor para nosotros. En segundo lugar, profundizaremos en conocer las ventajas e inconvenientes de cada material".

Así, teniendo estos puntos clave en cuenta, haremos un recorrido entre las cualidades que tiene que tener nuestra encimera (durabilidad, colores, funcionalidad...), así como el material que más se ajusta a estas cualidades y a nuestros gustos adaptados a nuestras necesidades (cuarzo, madera, granito...).

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Factores a tener en cuenta a la hora de escoger una encimera

La encimera ideal no es la más cara ni la más vistosa, sino la que mejor encaja con nuestras rutinas, necesidades y estilo de vida. Gracias a esta guía, Lidia Molina nos recuerda que, cuando se trata de reformar la cocina, el secreto está en la combinación entre funcionalidad, estética y sentido común.

Durabilidad y resistencia

Lidia insiste en que la encimera es una superficie de batalla. Debe resistir golpes, cortes, altas temperaturas y productos de limpieza sin perder su aspecto con el tiempo. "El cuarzo y el porcelánico son especialmente duraderos, fáciles de limpiar y mantienen su aspecto impecable con el tiempo", dice la interiorista.

Colores neutros y elegantes

Las modas cambian, pero la encimera permanece. Apostar por colores atemporales, garantiza que no nos cansemos de ella ni desentone con futuras actualizaciones del mobiliario o el estilo general. "Opta por acabados mate para evitar reflejos excesivos y agregar un toque de modernidad", comenta.

Funcionalidad y ergonomía

No se trata solo de estética: "Piensa en cómo utilizas tu cocina diariamente", añade Lidia. "Una encimera con suficiente espacio de trabajo y con zonas específicas para cortar y cocinar, facilitará tu rutina diaria". Así, apunta que una encimera debe adaptarse al uso que le vamos a dar y a nuestras rutinas. Por ejemplo, no es lo mismo alguien que cocina a diario que quien apenas lo hace.

Presupuesto

Un factor inevitable. La arquitecta aconseja destinar una buena parte del presupuesto total de la cocina a la encimera, sin olvidar que existen alternativas más económicas sin renunciar a la funcionalidad ni al diseño. "Existen opciones de alta gama y más asequibles que se adaptan al estilo minimalista clásico".

A estos factores, Lidia Molina también suma la sostenibilidad, escogiendo materiales que reduzcan el impacto medioambiental como el cuarzo reciclado, las muestras y pruebas para comprobar cómo queda ese material en tu espacio, y la consulta con profesionales, que son quienes de verdad te van a ayudar a que tu encimera se integre en tu cocina a la perfección.

Qué material escoger para nuestra encimera ideal 

Una vez que hemos considerado los factores anteriores uno a uno, es el momento de escoger el material de nuestra encimera. Existen una gran variedad de materiales y acabados con sus respectivas ventajas e inconvenientes. ¡Toma nota!

• Cuarzo: resistente, elegante y muy popular en encimeras de cocinas. Es fácil de mantener, aunque puede sufrir con temperaturas muy altas. "Tienen una buena calidad precio, aunque con el paso del tiempo, pueden variar ligeramente su color", explica Lidia.
• Solid Surface: versátil sin juntas visibles y disponible en muchos acabados, por lo que nos ofrece muchas posibilidades de diseño. Es ideal para diseños continuos, pero algo más sensible a los rayones, aunque son "fácilmente reparables". Eso sí, su precio es mucho más elevado.
• Porcelánico: una buena alternativa por su alta resistencia a golpes, calor o productos químicos. Su instalación puede ser más compleja, y algunos acabados resultan más fríos al tacto. "Es uno de los materiales más duros, aunque su precio puede llegar a ser elevado, convirtiéndolo en un producto de lujo", comenta la interiorista.

 

• Madera: aporta calidez y naturalidad, pero necesita mucho más mantenimiento y no es tan resistente a la humedad o al calor directo. Este tipo de encimeras están diseñadas para aquellas personas que no suelen cocinar mucho: "tienen un precio asequible y es una opción válida para quienes no cocinan mucho".
• Granito: natural, duradero y único. Puede requerir sellado periódico para evitar manchas, y "aunque son resistentes a los rayados y cambios de temperatura, pierden brillo con facilidad". Eso sí, existe un amplio rango de precios dependiendo del tipo de piedra y su procedencia.
• Acero inoxidable: personal, higiénico y resistente. Su estética es muy marcada y tiende a rayarse con facilidad. "Es el material donde se encuentran menos bacterias adheridas a la superficie", afirma la interiorista. Lidia, además, nos cuenta que una de las grandes ventajas del acero inoxidable es "su durabilidad" y que "se conserva bien a lo largo del tiempo y su funcionalidad es máxima".

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