5 jardines envidiables de la revista El Mueble con todas sus fotos

"La propietaria de esta casa quería disfrutar de un jardín frondoso desde el primer día, como si este hubiera estado allí antes que la casa. Pusimos especies de hoja perenne, para que el jardín se viera verde todo el año, y jugamos con los diferentes tonos de las hojas", recuerda el paisajista Jaume Vilaseca, de Fresia Jardiners.

Para darle un toque romántico, escogieron un juego de exterior de hierro forjado. De fondo, un seto de eugenias de solo 1 metro de altura da privacidad sin hipotecar las vistas al mar. 

Se aprovechó el porche para habilitar el salón de verano, que disfruta de maravillosas al jardín y al mar. De hecho, se diseñó un seto de solo un metro de altura para dar intimidad pero sin obstaculizar las vistas al mar. 

Ese look afrancesado y romántico lo expresa a la perfección este rincón del jardín, donde se colocó una pequeña pica antigua tan práctica como decorativa por sí sola. 

"Este es mi rincón favorito del jardín", explica Julieta Planas, propietaria de una casa centenaria a las afueras de Barcelona, mientras prepara un ramo. "Se accede a él por un arco revestido por esta buganvilla en flor, queda un poco recogido y es muy íntimo". 

Si el rincón de la buganvilla es mágico, el de la fuente parece sacado de cuento. Justo al lado de esa puerta azul, está una fuente, que la propietaria quiso conservar porque es originaria de la casa. Y lo mejor, ¡
¡aún funciona!".

Esta escalera es original de la casa y la propietaria quiso conservar todo lo que pudo, como las baldosas. A través de esta escalera se accede al antiguo tendedero de la casa. 

El comedor, con un banco en L arrimado al muro de contención, se beneficia en verano de la sombra de un gran tilo. Cipreses, jazmín, olivos, limoneros... El jardín es típicamente mediterráneo y con un aspecto asilvestrado que le da mucho encanto.

La piscina, situada frente el salón de verano, es pequeñita, pero disfruta de unas vistas preciosas. La decoradora la diseñó con una vocación de alberca, un guiño al pasado de huerto de este jardín mediterráneo. 

En esta antigua granja mallorquina, la vida discurre alrededor de su espectacular jardín. La decoradora Paula Rombys, responsable de la reforma y paisajismo de esta finca, transformó esos antiguos pastos de ganado en un oasis de aromas y color: olivos, rosales, plantas aromáticas, jazmín, buganvillas... La esencia mediterránea hecha jardín. Este rincón de exterior es una agradable zona de desayuno, que disfruta de la sombra y el aroma de un gran limonero. 

Para disfrutar del jardín incluso en los meses más fríos de invierno, la decoradora habilitó un salón de invierno cerrado con puertas acristaladas.

Tras esta puerta encontramos la cocina. Pero lo que llama más la atención es el precioso plumbago que la colorea. "Siempre está cubierta en flor. Cuando no son las flores del plumbago son las rosas". 

El jardín cuenta con diferentes zonas de disfrute y una de ellas es la relax bajo el gran algarrobo. La decoradora ha aprovechado la sombra que regala para crear una zona de relax perfecta para hacer la siesta o disfrutar de una lectura veraniega.