7 plantas de flor que son muy resistentes al calor: bonitas, coloridas y renovarán tu terraza o balcón

Además de poner en el jardín una nota silvestre que nos encanta, la lavanda (Lavandula angustifolia) hace gala de unas preciosas y aromáticas flores de un color malva azulado. Resiste perfectamente el calor y, además, prefiere estar a pleno sol. Si la plantas en maceta en la terraza colócala en un rincón con mucha luz. Para tenerla en forma riégala con mucha moderación porque no soporta que el terreno se encharque. Como tolera cierta sequía por lo que siempre es mejor quedarse cortos de agua que pasarse. Para proporcionarle energía y nutrientes puedes hacer un aporte de materia orgánica al terreno una vez al año.

Lo que más nos gusta de la clavelina (Dianthus chinensis) es su larga y preciosa floración que comienza al inicio de la primavera y termina ya bien entrado el otoño. Las flores son bellas y coloridas. Para que florezca, la clavelina ha de estar en un rincón a pleno sol, ya que necesita un mínimo de unas 4 horas de luz al día. Riégala sin encharcarla, manteniendo el sustrato ligeramente húmedo, y aumenta frecuencia de los aportes de agua cuando llegue el calor extremo. En pleno verano tendrás que regarla a diario. Es conveniente fertilizar la clavelina en primavera y verano cada dos semanas, añadiendo al agua de riego un abono líquido para plantas de flor.

¿Buscas una planta trepadora con flores que te proporcione una buena sombra en verano al tiempo en que decora tu jardín? La buganvilla (Bougainvillea spp.) es una de las mejores opciones, gracias a su abundante floración en tonos rosas y rojos que resulta espectacular. Le gusta estar a pleno sol, aunque debes protegerla del viento. Además, como soporta la sequía, bastará con que la riegues una vez a la semana sin pasarte. También es conveniente que la abones cada quince días a partir de la primavera. Vigila tus buganvillas para detectar cuanto antes posibles plagas, ya que puede verse atacada por el pulgón, la araña roja o la mosca blanca.

El geranio (Pelargonium spp.) es una planta de siempre que hemos visto infinidad de veces alegrando balcones y terrazas. Además de cultivarla en maceta puedes plantarla en el jardín para poder disfrutar de sus preciosas flores. Tendrás que colocarla en un rincón con mucha luz, porque de lo contrario no florecerá. Es una planta que soporta el calor y las temperaturas (altas) extremas, siempre que lo riegues de forma regular, aunque no demasiado abundante, y sin mojar las hojas ni las flores. Tus geranios agradecerán un abonado mensual en primavera y verano. Añade fertilizante para plantas de flor al agua de riego, siguiendo las indicaciones del fabricante.

Se trata de una planta muy bella, colorida y fácil de cuidar, por lo que es una gran idea plantarla en el jardín. Destacan sus flores con forma de trompeta y alegres tonalidades que van desde el blanco hasta el rojo, pasando por el violeta, el rosa, el rojo, el amarillo, etc. Necesita luz para florecer en abundancia y ama los ambientes secos y las temperaturas cálidas. Riega las petunias con moderación, aunque si hace mucho calor tendrás que aumentar la frecuencia o la cantidad de agua que les aportes. Un consejo: abona las petunias durante el periodo de floración añadiendo fertilizante en el agua de riego.

Una de las cualidades de esta planta arbustiva que tanto nos gusta es su extraordinaria floración, larga y bellísima. Eso sí, para producir estas decorativas flores la lantana (Lantana camara) ha de estar plantada a pleno sol y al abrigo de corrientes de aire. Riégala un par de veces a la semana en verano, cuidando de no encharcar el terreno y reduciendo la frecuencia en otoño cuando se suavizan las temperaturas. Para elegir el sustrato para la lantana busca una tierra con buen drenaje y ligeramente ácida, y abónala en primavera y verano para que a la planta no le falten nutrientes.

Si lo que quieres es poner un toque tropical en tu jardín, nada como incluir algunos ejemplares de hibisco (Hibiscus rosa-sinensis), una planta de flores llamativas y colores intensos y brillantes. Colócalos a pleno sol, ya que necesita bastante luz e, incluso, sol directo. El hibisco prefiere los climas cálidos, aunque necesite un riego abundante en verano siempre que el suelo no quede encharcado. Para abonarlo puedes añadir al sustrato un fertilizante granulado de liberación lenta.