Abrir paso a la luz, pintar en colores claros y buscar una decoración que aproveche el espacio sin sobrecargar, te ayudará a llenar de luz y amplitud tu recibidor que ahora es oscuro y estrecho.
¿Lo más efectivo? Es tirar un tabique para acercar a tu recibidor la luz de otra estancia. Si no puedes hacerlo, sustitúyelo por un tabique de cristal o hasta prescinde de una puerta. Una vez consigues que entre la luz tienes que multiplicarla, con paredes y muebles en blanco y elementos que la reflejen, como espejo y cristal.