Paula Duarte, interiorista: "Se ha de ir con cuidado con estas ideas para decorar la pared del cabecero, pueden arruinar un dormitorio"

“Crearemos un ‘ruido visual’ que nos transmitirá intranquilidad. Mucho mejor centrar el motivo marcado solo en uno de los dos elementos: papel o cabecero.” Para Paula, el equilibrio es esencial. Si optas por un papel de diseño, elige un cabecero en tonos neutros o lisos para que ambos elementos se complementen sin competir.

“Un cabecero de obra que no facilite dejar nada cuando vamos a dormir, como un libro, las gafas o un vaso de agua, pierde parte de su utilidad. La función es tan importante como la estética", nos cuenta. Si prefieres este tipo de cabecero, incluye repisas o nichos integrados para maximizar su funcionalidad.

Evita los tonos intensos como el rojo o el naranja, ya que pueden generar una sensación de inquietud. Una pared con colores suaves ayudará a crear un ambiente sereno, ideal para el descanso. “Para el cabecero, siempre es preferible escoger colores relajantes como el topo, verde claro o cualquier tono dentro de la gama del relajante azul", aconseja Paula.

Colgar elementos como baldas o espejos sobre el cabecero sin asegurarnos cien por cien de que son seguros es un riesgo innecesario. "Evitar accidentes debe ser nuestra máxima prioridad", advierte Paula. "Por eso, si decides decorar con piezas sobre la cama, usa sistemas de fijación reforzados y verifica que los objetos sean estables y ligeros", continua.

“Un error común es tapizar el cabecero con tejidos que no sean lavables, ya que la cabeza puede acabar dejando marcas sobre la tela. Confeccionar un cabecero desenfundable sería la ejecución óptima", asegura Paula. Opta por materiales fáciles de limpiar, como lonetas o terciopelos lavables, para garantizar que el cabecero luzca impecable con el tiempo.

Según nos cuenta Paula, un cabecero demasiado pequeño puede parecer desubicado, mientras que uno muy grande puede restar ligereza al espacio. “El cabecero debe ser diez o veinte centímetros más ancho que la cama y/o colchón para mantener las proporciones adecuadas”. 

Advertencia solo para aquellos que tengan pensado utilizar papel pintado en su dormitorio: “si vas a empapelar la habitación, la pared del cabecero debe ser la primera en tus planes, ya que es la protagonista.” Paula sugiere usar un papel que complemente el resto de las paredes o incluso optar por un diseño diferente que destaque sin desentonar.

“Si las medidas del dormitorio son reducidas, escoger un cabecero de obra que tenga profundidad puede restar espacio útil. Es mejor priorizar la circulación en torno a la cama”, cuenta Paula. En estos casos, lo ideal es elegir un cabecero tapizado o de madera con poco fondo para mantener al menos 60 cm de paso mínimo alrededor de la cama.

Mantener la limpieza y la higiene en el dormitorio es una prioridad para Paula Duarte, ya que es algo que favorece el descanso y la relajación a la hora de dormir. Por eso, recomienda que si quieres decorar la pared del cabecero, optes por elementos fáciles de limpiar o piezas con superficies lisas que no acumulen suciedad. “Los tapices o tejidos tipo macramé pueden ser un nido de polvo sobre nuestra cabeza, generando incomodidad o incluso alergias", revela.

¿Qué buscamos en un dormitorio? Calidez y relajación, algo que se puede conseguir con un buen proyecto de iluminación. “La iluminación en la pared del cabecero debe ser agradable, cálida (2700K) y estar a una altura cómoda para leer, por ejemplo.” Una luz mal colocada o demasiado fría puede arruinar el ambiente relajante del dormitorio. Apuesta por apliques ajustables, lámparas colgantes o lámparas de mesa bonitas con afán de protagonismo.