Así es como deberías decorar tu casa cuando cumples 50 años

¿Te acuerdas cuando el salón parecía un campo de batalla? Lo mismo encontrabas juguetes, lápices de colores, gomas de pelo o apuntes desperdigados por el sofá. Parece que fue ayer ¿verdad? Ahora que tus hijos se han hecho mayores, te apetece disfrutar en familia, con amigas —o sola— de este espacio. ¡Qué bien te hacen esas charlas interminables alrededor de la chimenea y bien calentitos bajo las mantas! Este salón tan acogedor es un proyecto de Carmen Figueras.

El tamaño adecuado, asientos deslizantes que lo hacen súper cómodo, respaldo alto, tapicería desenfundable, almacenamiento bajo los asientos, convertible en cama y en un color claro, como siempre has querido: tu nuevo sofá ha llegado a tu salón para quedarse porque lo tiene todo. O al menos, todo lo que tú quieres. ¿Será por eso que estás deseando llegar a casa para tumbarte en él? La interiorista Sandra Vergara ha elegido en este salón un sofá blanco repleto de cojines.

Cumplir años te ha hecho ser práctica. Ya no quieres estar todo el día limpiando y agradeces muebles y complementos que te faciliten la tarea: tapicería antimanchas, cortinas sin arrugas, materiales que repelen el polvo... Para la decoración de tu casa deseas un estilo atemporal que sea inmune al paso del tiempo. Elige una mesa de centro bonita, actual y funcional que te permita pasar el aspirador fácilmente y mantener la alfombra impecable. Decórala con pocas piezas pero estilosas, como estas elegidas por Mausha Marsá y Tanana Montero. Y si te gusta más el dorado que a un niño las chuches ¡no te cortes! Opta por espejos y lámparas luminosos.

En el vestíbulo ya no hay rastro de mochilas de adolescentes, bocadillos preparados para media mañana y facturas sin abrir. Ahora luce perfecto con ese mueble de madera noble que te enamoró nada más verlo y, sobre él, la decoración que siempre quisiste tener, sencilla y muy personal: una lámpara, un jarrón, una lámina enmarcada... Tu nuevo recibidor es solo un preludio de la casa de tus sueños y es el responsable de que nada más entrar en ella ¡te sientas tan bien! Este ha sido decorado por la interiorista Meritxell Ribé.

Tras años resistiéndote, has tenido el coraje de reducir tu amplia colección de libros. Te has quedado con una cuidadosa selección de los títulos que más te han impactado a lo largo de tu vida. ¡Marie Kondo estaría orgullosa de ti! Ahora más despejada, la estantería ha cobrado protagonismo y en sus estantes puedes combinar objetos decorativos y plantas. Esta librería de Pladur®, realizada a medida, es un diseño de Natalia Zubizarreta.

Tu sensibilidad está a flor de piel y, a veces, la nostalgia te invade. Si quieres quedarte con un mueble heredado hazlo, siempre y cuando te de buen feeling. Y si ves que no encaja demasiado con el estilo de tu casa, customízalo a tu gusto. ¡Seguirás conservándolo y lo verás con otros ojos! El interiorista Carlos Álvarez ha decapado esta vitrina, forrado su trasera con papel pintado, lacado en un blanco hueso y le ha dado un acabado envejecido que armoniza con el resto del salón.

Después de toda una vida dedicada a los demás, ¡ahora toca mirar por ti! Esa vajilla de porcelana pintada a mano, unas sillas de diseño, un mueble vintage original, una lámpara de lágrimas... forman parte de esos caprichos deco que siempre has soñado tener en casa pero, al final, tu alto sentido de la responsabilidad ha frenado en seco. Hoy, sigues teniendo cabeza pero, a veces, no puedes (ni quieres) reprimir concederte ese antojo. ¡Y nos parece muy bien, te lo has ganado a pulso!

Hasta hoy tus ventanas lucían unos estores de lino tipo paqueto que te encantan y deseas mantener. Si quieres ir un paso más allá, enriquece los estores con unas cortinas de lino de caída espectacular. Añadirás calidez y luz al ambiente. Decora el rincón con unas plantas de interior  —ahora que tienes más tiempo para mimarlas—, tal y como ha hecho aquí la estilista Sol Van Dorssen.

Tu gusto por el arte y la cultura en general ha hecho que, ahora que tienes más tiempo y menos gastos, no te pierdas un estreno, ya sea de exposición, cine o teatro. ¡Te encanta estar al día! Y es que además de la familia y el trabajo, cultivarte es otra de tus prioridades. Algo que se nota en tu casa y en la exquisita selección de los objetos que la decoran: prefieres tener poco y bueno, que mucho y del montón. Y este amor por el arte está dando sus frutos, en tu última visita a una galería ha surgido el flechazo. Ese cuadro que te enamoró nada más verlo, ya está colgando en la pared de tu salón. ¡Tan ricamente!

La butaca del salón ha sido la pieza más codiciada por todos ¡así está la pobre de achacosa! Has invertido en una nueva y esta tan solo es para tu uso y disfrute. Te costó decidirte entre una chaiselongue o un sillón motorizado de esos que te da un reconfortante masaje de pies a cabeza. Una vez elegido modelo, ya lo has estrenado en diferentes situaciones: leer un libro, ver tu serie favorita y sestear. ¡Qué maravilla!

Comer todos juntos a diario se ha convertido en una tarea titánica. Ahora que valoráis esos momentos en familia, llenos de risas, comentarios y sobremesas sin prisas, te has propuesto que los fines de semana sean especiales. Y para empezar, te has hecho con una mesa "buena", de madera maciza, contundente y extensible, donde cabéis todos... y alguno más que se apunta. Tu comedor moderno, junto a la ventana, es ahora el meeting point por el día... Y por la noche está también dispuesto a recibir a amigos para cenar, charlar y bailar ¡hasta bien entrada la madrugada! El interiorista Rubén de Matea es el artífice de este elegante comedor.

A tu cocina le habéis dado tanto trote entre todos que necesita con urgencia una reforma. Te apetecía poner suelo hidraúlico, cambiar el mobiliario y la encimera, sustituir los electrodomésticos por unos de última generación, contar con un office más pequeño y renovar la instalación eléctrica. ¡Y lo has hecho! Has pensado con acierto que transformar tu cocina a estas alturas era una inversión de por vida. Ahora resulta igual de funcional pero más bonita y a medida. Y todo gracias al asesoramiento de un interiorista que, al hacerle saber tus necesidades actuales, le ha sacado todo su jugo. ¡Estás súper contenta con tu nueva cocina!

Si haces recuento de los tipos de cabecero que ha tenido tu dormitorio a lo largo de tu vida, es posible que te falten dedos: desde el metálico de tu cama de niña, al DIY hecho con tableros de jovencita, pasando por el de madera maciza o la absoluta ausencia de él. Ahora estás en otra etapa y lo que realmente te apetece es tener un cabecero elegante, tapizado y de capitoné. Y más, desde que has leído que el cabecero en feng shui transmite seguridad, protección, estabilidad en la pareja y te hace descansar mejor. Es curioso, ha sido ponerlo y ¡ya sientes las good vibes! Este tan bonito es obra de Natalia Zubizarreta.

¡Lo has decidido! Vas a jubilar el banco de fibra a los pies de la cama por uno tapizado cuyo asiento sea mucho más cómodo y mullido. Y es que el crujido del desgastado mimbre no te da demasiada seguridad. Y ya puestos a decorar el dormitorio vas a dar más importancia a los detalles: ropa de cama gustosa al tacto, unas velas y unas flores sobre las mesillas de noche, e incluso, un papel pintado en la pared del cabecero, que seguro que lo hacen mucho más acogedor. Como este de la imagen, diseñado por las interioristas Chari Manzano y Marta Herrera, con cabecero a medida y mesitas integradas.

Ahora eres más exigente y a ti ya no te la dan con queso. Los asientos deben ser cómodos tanto el tapizado como la estructura por eso has trasladado esa butaca de diseño —tan bonita como incómoda para ti— al dormitorio de tu hija. Quieres una butaca de asiento mullido cuyo respaldo te recoja bien los riñones. ¡La suerte te acompaña, has dado con un modelo cómodo y atractivo! La butaca clásica y atemporal de este dormitorio, decorado por Asun Antó, se ha actualizado con un remache de chinchetas.

Se acabó el suspirar viendo vestidores en las revistas de decoración y pensar ¡quién lo tuviera! Ya se encuentra en tu dormitorio. Te has despedido de tu antiguo armario —que tanto bien te ha hecho durante estos años— para sustituirlo por un modelo a medida, de suelo a techo, pensado acorde a tus necesidades actuales, con puertas acristaladas que te permitan ver fácilmente su interior y encontrar todo a la primera. Este de la imagen lo ha proyectado Javier Merediz. Con un armario así ¡es un gustazo tenerlo todo ordenado! 

Una de las tendencias deco que más te ha gustado últimamente es la de apoyar un espejo grande en la pared, pero nunca te atreviste a ponerlo en casa por miedo a que tus hijos se lo llevaran por delante. Ahora que ya son mayores, has visto el cielo abierto. ¡Y dicho y hecho! Has decorado con espejos cuyos marcos envejecidos o dorados le dan a la estancia un ligero toque vintage. Además de comprobar que el salón o el dormitorio se amplía visualmente, te miras y remiras en ellos ¡y te sientes orgullosa de la imagen que proyectas! La interiorista Natalia Gómez Angelats ha decorado este dormitorio con tres espejos diferentes sobre la consola.

Grandes para transportar el pórtatil o salir de shopping, pequeños para ir de fiesta, bandoleras para tener las manos libres cuando vas a la compra, de paja para bajar a la playa, mochilas para las excursiones de fin de semana... Tu colección de bolsos ha ido aumentando poco a poco. Y ahora que tu vida social ha cogido de nuevo impulso, necesitas un lugar estratégico para tenerlos a mano. En ese vestidor que ya tienes tan bien pensado y a punto de estrenar, has dedicado una o dos baldas para almacenarlos. ¡Perfecto!

Tu nuevo dormitorio va cogiendo forma, ¡yuhuuu! Reserva unas baldas en tu armario o, mejor aún, un mueble entero para mantener todos tus zapatos en orden: deportivas, manoletinas, botas, sneakers, sandalias... ¡por fin están organizados y a mano! Este mueble zapatero, diseñado por Pía Capdevila, cuenta con un ala para los de verano y otra para los de invierno. Deja los zapatos sueltos o guárdalos en cajas transparentes para que no cojan polvo.  

Seguro que has renovado hace nada toda tu bisutería —más de un collar y algunos pendientes se los ha quedado tu hija—. Ahora que eres más selectiva, eliges con más cuidado tus nuevas piezas. E incluso, te sorprendes, autoregalándote algunas joyas. ¡Porque tú lo vales! Para todas ellas, las buenas y las menos buenas, necesitabas un lugar especial donde guardar tus tesoros. Por eso, has reservado unos cajones de tu tocador para ello. Y para tus piezas favoritas has estrenado ya aquel maravilloso joyero de pisos en piel, heredado de tu madre, que tanto te ha gustado siempre y tan buenos recuerdos te trae.

Tu espíritu inquieto y disponer de más tiempo libre te ha hecho apuntarte a esos cursos que siempre quisiste hacer: de fotografía, chalk paint, lettering, gastro... Y para dar rienda suelta a tu creatividad, necesitas un rincón especial de empoderamiento. Seguro que ya has reservado en algún lugar de tu casa, tu particular workplace. Y además lo has equipado con uno de esos escritorios vintage tan originales que has visto en Instagram. Este de la imagen, formado por una antigua mesa tocinera y dos mesitas de noche, también es divino.

Puede que no seas una deportista nata pero te gusta cuidarte y mantenerte en forma yendo al gimnasio, montando en bici, practicando yoga o aquagym... Rondando ya los 50, quieres seguir haciéndolo pero te has planteado combinar estos ejercicios con tratamientos caseros que te hagan sentir igual de bien. Una buena razón para modernizar el baño es sustituir la bañera por una ducha tipo spa en la que nada más entrar la sensación de relajación sea inmediata. Es más, ya puestos, incluso vas a añadirle cromoterapia y aromaterapia. ¡Ya verás lo bien que duermes a partir de ahora!

Si vas a reformar el baño, hazlo con vistas a futuro. Ahora estás bien pero las articulaciones empezarán tarde o temprano a pasar factura. O puede que lo necesites, si tus padres ya mayores pasan temporadas contigo. Duchas sin bordes con suelos antideslizantes que faciliten la entrada, grifos en el lavabo con sensor para evitar olvidos y termoestáticos en la ducha para no quemarte, armarios no demasiado bajos para evitar agacharte, toalleros radiador que mantengan las toallas secas y calentitas... Son detalles que agradecerás a corto, medio y largo plazo. ¡Y en la decoración, velas y plantas te ayudarán a lograr esa atmósfera relajante que tanto te gusta! Este baño fue reformado por Ábag Estudio con revestimiento y pavimento de mármol.

Si tu baño es amplio, cuentas con ducha y bañera y por el momento no quieres renunciar a esta última ¡adelante! ¿Qué sería de ti sin esos momentos de tranquilidad, apalancada en tu bañera llena de espuma, escuchando música relajante con la mente en blanco? ¡Y es que estos ratos por pequeños que sean te dan la vida! Este baño tan zen con bañera blanca y grifería negra es un proyecto de la interiorista Paula Duarte.