¿Te gusta el color azul? 12 ideas para decorar con el tono más elegante y conseguir tu oasis de calma particular

A la hora de decorar el dormitorio debemos prestar atención a los colores que vamos a usar y que van a ayudarnos a tener un buen descanso. Pantone define el Classic Blue como un color que infunde "confianza, calma y conexión", lo que lo convierte en perfecto para el dormitorio. Aquí los tonos del mosaico hidráulico nos sirven de base para combinarlo. Matizamos su intensidad con blanco, pero también con otros azules más claros y con beige. ¿El resultado? Un dormitorio luminoso, relajante y muy personal.

El cabecero, la butaca, la pantalla de la lámpara y algunos cojines... Elegimos las notas justas de Classic Blue para que el dormitorio no quedara demasiado oscuro. El azul intenso de la butaca destaca sobre el suelo de mosaico. 

Para vestir la cama apostamos por una base blanca, la funda nórdica de lino, a la que dimos color con la colcha estampada y los cojines que juegan con distintas tonalidades de azul. A pie de cama, una banqueta de rejilla blanca resulta práctica y ligera, y compensa la intensidad del azul.

En el salón queríamos sacar el lado más cálido del Classic Blue. Para conseguirlo lo combinamos con piezas de madera al natural y complementos en tonos tierra. Y para darle un poco más de luz también sumamos detalles en verde agua marina, como los cojines o el puf de terciopelo. Así nadie puede tildar a este azul de frío.

En la balda que recorre la trasera del sofá el color azul también es protagonista, aunque en distintas intensidades. Está presente en la pantalla de la lámpara de sobremesa y también en los jarrones. 

Tener un sofá en un azul tan intenso marca mucho la decoración del salón. Para matizar su personalidad nada mejor que cojines y plaids. Los de tonos ocre ponen el contrapunto cálido; el estampado de flores repite sus colores y es súper elegante; y los cojines verde agua marina le dan elegancia y un punto de luz. El plaid en los mismos tonos tierra refuerza el efecto acogedor.

El color verde agua marina queda genial combinado con Clasic Blue y ocre a los que da un punto fresco y mucha luz. 

Si no te atreves a tener un sofá azul en tu salón, también puedes decorar con Classic Blue con los pequeños complementos, como bandejas o tazas. Es probable que si empiezas por lo pequeño y te gusta luego sigas con lo grande. 

En el comedor partíamos de una base clara: la mesa de madera, las paredes con molduras blancas y papel pintado gris, la butacas también claras... Eso nos ha permitido jugar con el color y los estampados sobre la mesa del comedor. El punto de partida ha sido el mantel de lino estampado con motivos florales. Sus tonos: azul oscuro, curry y beige marcan los colores del servicio de mesa que también tiene toques de amarillo que contrasta con Classic Blue.

Repetir los colores del mantel en el servicio de mesa es un truco genial para que la mesa quede equilibrada. Aquí las notas más Classic Blue las ponen las servilletas, las copas y el bajoplato azul oscuro que hace destacar la vajilla pintada artesalmente. Del toque amarillo, un color complementario al azul, se encargan los cubiertos dorados, el plato del pan y el centro de flores.

El plaid azul en el brazo de las silla intensifica la presencia del Classic Blue en el comedor. Es un color que combina genial con grises claros y beige. La raya del cojín también tiene un toque azul. 

Creamos atractivo centro de mesa al reunir varios jarrones azules. Lisos y estampados, de cristal o cerámica... tienen el azul como nexo de unión y quedan genial juntos.