Blanco sobre blanco, apuesta segura Ante la duda, todo al blanco . Es un color que nunca falla, ni para las paredes, porque ayuda a multiplicar la luz –refleja un 96% de la luz que recibe–, ni para las cortinas, porque las hace más ligeras visualmente. Si temes que sea demasiado "transparente", apuesta por una tela con más gramaje. Paredes blancas, puedes coordinar cortinas y asientos ¿Apuestas por el blanco para las paredes? Tienes la ventaja de disfrutar de total libertad con las cortinas. Tanto en colores como en estampados. Incluso puedes hacer como en este salón, en el que la tapicería de uno de los sofás y la butaca se ha elegido a juego con las cortinas. Blanco y beige, un dúo muy natural y atemporal La ventaja de optar por el blanco para las paredes es que puedes permitirte elegir unas cortinas del color que quieras, porque queda bien con todo. Pero si buscas un look natural y sin contrastes muy marcados, los tonos beige o arena son una apuesta segura para crear ambientes atemporales. Paredes y cortinas de la misma gama cromática Si buscas un look muy armónico e integrado, la mejor opción es elegir una gama cromática y llevarla a paredes y cortinas. Si quieres que haya un poco de contraste, puedes reservar para las paredes el color más suave y darle a las cortinas un punto más subido. O al contrario, en función de lo que quieras destacar. Cortinas grises, el nuevo comodín El gris es el nuevo beige. Y esto vale tanto para las paredes como para las cortinas. Si apuesta por este color neutro, debes saber que queda muy bien con paredes en tonos pastel, sobre todo azules suaves y arenas. Y, por supuesto, con cualquiera tonalidad de la misma gama de grises. Aquí, por ejemplo, las cortinas se han combinado con paredes con papel pintado con una base de color topo que combina a la perfección. Cortinas mimetizadas con las paredes ¿Quieres que paredes y cortinas se vean como un todo y no sepas dónde empieza una y termina la otra? Traslada el color de las paredes a las cortinas, como se ha hecho aquí. No solo crearás un conjunto más integrado y armónico, sino que al difuminar los límites entre pared y cortinas, el espacio se verá más amplio. ¿Cortinas estampadas? Paredes neutras Si tienes claro que lo tuyo son unas cortinas estampadas pero no quieres sobrecargar el espacio, optar por el blanco o los tonos neutros es todo un acierto. Además, cederás el protagonismo a las cortinas. También puedes inspirarte en un color de las cortinas para pintar las paredes, creando un espacio mucho más personal y carismático. Paredes con color, mejor cortinas blancas Si has optado por darle color a las paredes, como en este salón decorado por la interiorista Begoña Susaeta, una opción que nunca falla es elegir las cortinas en blanco , ya que el blanco combina a la perfección con cualquier color y además resalta aún más el color de las paredes. A paredes extremadas, cortinas blancas ¿Te has enamorado de un papel pintado con motivos y con mucho peso visual? Optar por unas cortinas blancas contribuirá a aligerar el conjunto, sobre todo si, como aquí, los colores del papel son muy intensos. Otra opción es elegir un color del papel y llevarlo a las cortinas. Dúo cromático a juego con las paredes Si cuentas con dos colores de paredes, como en este dormitorio en el que la pared del cabecero se ha destacado en gris mientras que el resto se han pintado en blanco, una opción muy decorativa es reproducir los mismos colores en las cortinas, sobre todo si optas por superponer dos, como aquí. Un consejo: reserva el color más intenso como cubrecortina y el más claro para la cortina de base. ¿Buscas más inspiración para elegir las cortinas? En nuestra selección encontrarás 50 propuestas de todos los estilos y colores.