De pared a pared y de suelo a techo. Este tipo de librerías son perfectas si dispones de una amplia colección de libros. Sus baldas abiertas se transforman en auténticos expositores donde podrás colocar tu biblioteca por orden alfabético, por editoriales, por épocas, por estilos literarios, o incluso por colores.
Ten en cuenta que los libros de más peso deberán situarse en las baldas inferiores. También es fundamental que exista una compensación entre el tamaño del estante y su grosor: cuanto más alargado sea el estante, más riesgo existe de que parta a la mitad por el peso de los libros, y más importante se vuelve elegir el grosor adecuado.
Por otro lado, debido a su gran tamaño y presencia, estas estanterías suelen convertirse en el foco de atención de los salones. La clave para crear un ambiente armónico y evitar contrastes indeseados es elegir colores como el blanco, o en su defecto, pintar la librería del mismo tono que las paredes.