En la era de Instagram, de los hashtags y de las fotos estratégicamente estudiadas para que nos produzcan una determinada sensación, han proliferado corrientes decorativas que han causado furor en redes sociales y ganan cada día más adeptos en casa. Lo vimos con la teoría del rojo inesperado, que nos instaba a introducir pequeñas pinceladas carmín para levantar el ánimo de una habitación, y lo hemos detectado también con una tendencia, para muchos, descabellada: colocar los libros del revés en las librerías y estanterías.
Los amantes de la lectura quizás se echen las manos a la cabeza, pero los defensores de la estética minimalista y pulida lo entienden y defienden. Y es que, cuando algo tiene su propio hashtag - #backwardsbook - y más de 500 publicaciones en Instagram, puede que sea un claro indicio de que algo se está fraguando y debemos prestarle atención. Hace unos meses te explicábamos cómo tener la librería más bonita en casa y ahora nos subimos al carro de las tendencias para descubrir las bondades de poner en ellas los libros al revés, con el lomo bien pegadito a la pared. ¿Aún tienes dudas? Las interioristas lo avalan.
¿Practicidad o estética?
He ahí la cuestión. Sabemos que cada elemento, por pequeño que sea, puede influir en la estética general de un espacio. Y es que la tendencia de poner los libros del revés ha surgido como "una respuesta a la necesidad de crear espacios visualmente más armoniosos y minimalistas", nos cuenta la interiorista y estilista Dafne Vijande. En un mundo donde el diseño de interiores cada vez busca más la simplicidad y la cohesión, los colores y las tipografías diferentes en los lomos de los libros pueden llevarnos a un caos visual y romper la estética de una habitación cuidadosamente planeada. Al girar los libros, se ocultan estos elementos discordantes, permitiendo que los tonos neutros y texturas naturales de las páginas se adueñen del espacio y se integren mejor con el ambiente. "De esta manera, puedes crear un ambiente más cohesivo y estéticamente agradable sin sacrificar el encanto y la personalidad que aportan los libros a un hogar", resuelve. ¿Quieres conocer más beneficios?
Transmite serenidad
El llamado neurodiseño tiene mucho que ver en esto, ya que no hay nada de nuestro alrededor que escape a nuestra psique. ¿Quién no ha escuchado alguna vez que los tonos neutros transmiten paz y ayudan a descansar mejor? Buscar esa sensación de tranquilidad es uno de los objetivos de esta tendencia. Con el tiempo, el color de las páginas de los libros varía, pasando de un blanco a diferentes tonos de beige que crean una bonita armonía cromática. "Si se colocan bien no solo no arruinan si no que ensalzan la decoración. Una opción es colocarlos por colores, siguiendo gamas en cada estantería", afirma la interiorista y estilista Dafne Vijande. Como sabemos, la gama de los tonos beiges y tierra transmiten calidez, seguridad y comodidad y nos recuerda que estamos conectados con la naturaleza, por lo que tiene efectos relajantes y contribuyen a reducir el estrés. El color blanco, por su parte, está asociado a la pureza y la simplicidad, haciendo que los espacios parezcan más amplios, frescos y luminosos.
Uniformidad visual
Colocar los libros del revés crea una línea visual limpia y uniforme en las estanterías. Las páginas generalmente tienen colores más suaves y neutros en comparación con los lomos, lo que contribuye a una apariencia más cohesiva y tranquila.
Permite enfocar la atención en otros elementos
Al eliminar la distracción de los colores y títulos de los lomos, se puede dirigir la atención hacia otros elementos decorativos, como plantas, esculturas o fotografías, que están en la misma estantería o en el mismo espacio. Otra opción que podemos poner en práctica "es aligerar un poco para que no haya tantos libros y poner entre medias una escultura o un jarrón de vez en cuando y de forma desigual, para que no coincidan jarrones en vertical, intermitente con los libros", nos explica Dafne. "También se pueden intercalar unas macetas con hiedra para que caiga por delante y de frescor a la librería", añade.
Se adapta a distintos estilos decorativos
Esta técnica permite una mayor flexibilidad en el diseño. Las estanterías con libros del revés pueden adaptarse a diversos estilos de decoración, desde el minimalismo hasta el estilo rústico o boho. La neutralidad de las páginas se combina fácilmente con cualquier paleta de colores o tema decorativo.
Orden ante todo
Una de las claves del diseño de interiores exitoso es la sensación de orden y equilibrio. Girar los libros ayuda a eliminar la apariencia de desorden que a veces puede crear una colección variada de lomos. Esto es especialmente útil en espacios pequeños donde cada detalle cuenta. ¿El orden? Lo decides tú. Según Dafne Vijande, "podemos poner algunos libros tumbados y otros de pie. Encima de los tumbados nunca está de más poner un objeto decorativo".