Una casona ubicada en Asturias. A veces no necesitamos más que un espacio íntimo y privado de desconexión, alejado del estrés de las grandes ciudades, para recargar pilas. Así, una familia encontraba en este punto del norte su mejor refugio para pasar la temporada de verano. Lo que no esperaban es dar con la casa de verano de sus sueños. Un hogar elegante y hogareño, con una fachada de piedra y un interior de madera, del que se enamoraron por completo: los espacios diáfanos, la luz y un cuadro de Colibrí situado en una de las habitaciones fueron los elementos decisivos para comprarla.
Pero faltaba algo más. Una mano experta que ayudara a darle las pinceladas finales. Los nuevos propietarios contactaron con el Estudio de Interiorismo Sira Barcelona e inmediatamente supieron lo que la casona necesitaba para convertirse en el rincón de relax ideal para la temporada de calor. Colores naturales, azules, verde naturaleza... y es que cerca de la finca se encuentran campos de arboladas de eucaliptus salvajes preciosos. Por ello, quisieron integrar toda esa naturaleza en el proyecto. ¿Vemos cómo ha quedado?