Andrea empezó como lectora de El Mueble con 18 añitos, cuando se independizó y se mudó a su primer piso de alquiler. Ya en aquel momento soñaba con tener su propia casa para poder decorarla. Y ahora, con 26 años, ¡lo ha conseguido! ¿Quieres conocer su historia?
"Hace un par de años el destino me cruzó con este piso en Mugardos (A Coruña). Siempre quise residir a poca distancia de la ciudad y muy cerquita del mar; una de mis pasiones", explica la anfitriona.
Un piso de 100 m2 en este pueblecito pesquero, rodeado de verde, era perfecto. "Cuando entré, me enamoré perdidamente de su luz y calidez", continua. Es verdad, que clima más especial.
"El espacio era un auténtico lienzo en blanco", sigue Andrea. "Poco a poco fuimos dándole forma a todo con pinceladas de color", incluso pintaron uno de los baños. Si te gusta el papel pintado, te fascinará la pared verde del recibidor con el estampado de hojas en acuarela.
Andrea no necesitó una reforma para transformar el piso por completo. Alegrando las paredes con tonos empolvados y añadiendo algún detalle de madera o fibras ha conseguido darle un aire súper acogedor, ¿verdad? Parece fácil, excepto por un pequeño detalle: ¡no había cocina!
Ahora mide 12 m2 y la diseñaron y montaron ellos mismos. ¿Un punto de contraste? El fregadero blanco sobre la encimera laminada de estilo rústico. Qué buena idea. ¿Y la barra blanca con taburetes acolchados para desayunar?
¿Otro rincón mágico? La terraza de 22 m2 desde donde escuchamos el sonido de las gaviotas. Utiliza una de las habitaciones como despacho y la otra para hacer sus manualidades. ¡Es una apasionada del DIY!
Llegamos a su rincón favorito. "Me encanta la luz que tiene el dormitorio durante todo el día y su distribución", cuenta Andrea. Las vistas desde su ventana son verdes con olor a salitre.
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