"Soy lectora de El Mueble desde hace 30 años o más (es lo primero que empaquetaba cuando tenía una mudanza), sigo releyéndolas continuamente", confiesa la protagonista de hoy. Se llama Salvadora Acosta y vive en una casa situada en el Parque Natural de los Montes de Málaga.
"Mi casa al principio era algo parecido a una casa de reposo, regentada por monjas, luego pasó por varias manos de gente extranjera, y al final la adquirió mi marido hace ya más de 25 años", explica nuestra lectora.
Salvadora instaló una gran librería como separador de estancias, con acceso en el centro, a modo de puerta de paso entre una y otra. Además, usa papel pintado que aporta originalidad a la zona del comedor, en el que podemos ver una alacena blanca y una lámpara de araña, de estilo más clásico.
Este gran espejo con marco vintage ayuda a dar más amplitud y luminosidad a la zona del salón. Y la calidez la consigue con las fibras y la madera.
"A esta casa se le habían hecho varias reformas, pero no habían conseguido sacarle todo el potencial que tiene. Cuando me vine a vivir, y una vez prejubilada, empecé como una hormiguita a cambiarla poquito a poco, llevo 10 años, y creo que no terminaré nunca, queda por hacer...", cuenta Salvadora.
En la cocina, nuestra lectora tiene un office con banco esquinero y sillas, en el que se puede disfrutar tanto del desayuno como de comidas y cenas. Aunque si el desayuno es individual, también se lo pueden tomar en la esquina de la península, en la que podemos ver un taburete 👇🏼
Es una cocina amplia y con espacio y almacenaje suficiente para las necesidades de una familia. Para esta zona de la casa, Salvadora apostó por el blanco y el gris oscuro, presente en la encimera y en el suelo.
"Los buenos proyectos no tienen fin, a no ser que los tengas que entregar", confiesa Salvadora, que tiene pensado seguir decorando y cambiando su casa. Y añade: "Mi marido ha sufrido estoicamente todas las obras y cambios, y está muy orgulloso de mi trabajo...", concluye nuestra lectora.
En la casa de Salvadora hay un segundo salón, habilitado también como despacho o zona de teletrabajo. Y algo en lo que nos hemos fijado es la apuesta de nuestra lectora por el verde en puertas y ventanas de toda la casa. ¡Un poco de color siempre va bien!
Y si antes hemos visto la gran librería que tiene para separar salón de comedor, aquí podemos ver el rincón de lectura que se ha montado, con una chaise longue de estampado floral, con alfombra de fibras para delimitar el espacio y no podía faltar una gran planta para hacerlo aun más acogedor.
Y no podíamos dejar pasar la originalidad de este salón exterior, con chimenea, que bien podría pasar como un salón El Mueble. ¿Por qué? Pues por los sofás blancos con sus cojines a juego (en tonos verdes, como le gusta a su propietaria), su alfombra de fibra, la mesa de centro de estilo industrial de madera y aluminio, el espejo de cuarterones encima de la chimenea, las damajuanas y las flores como centro de mesa. ¡Nos encanta este rincón!