Cómo arreglar una pared con humedad

Las humedades, además de antiestéticas, pueden provocar problemas de salud. Según nos cuenta Rubén Cordero, manager de la tienda online de Leroy Merlin, “si no se tratan de manera eficaz, se convierten en un problema serio en tu casa. Un hogar con humedades es perjudicial para la salud de los que viven en ella, ya que favorece la aparición de hongos y bacterias”. Pero ni todas las humedades son iguales ni se tratan de la misma manera. Desde Leroy Merlin nos ayudan a diferenciarlas y nos explican cómo arreglar las más habituales en nuestras casas.

Existen varios síntomas que indican que tenemos humedades en casa. “Pueden ser manchas de color gris o negro en las paredes y el suelo, ver que la pintura empieza a levantarse, aparecen manchas de salitre o goteras cuando llueve, los cristales se empañan excesivamente o los azulejos están húmedos o muy mojados”, explica Cordero. Para combatirlas, hay que saber identificarlas y cuál es su origen. “La clave para evitar las humedades –sea del tipo que sea– es la prevención”, relata.

Tipos de humedades en paredes o techos

Según aclara Cordero, “existen cuatro tipos de humedades: las accidentales, las humedades por capilaridad, por condensación o por filtración”. Te explicamos cómo diferenciar cada una de ellas.

Humedades por condensación

Son las más habituales en los hogares –pueden darse también en pisos–, pero también las más sencillas de evitar y solucionar. “Están provocadas por una alta humedad ambiental o el vapor, lo que provoca que se vayan acumulando gotas de agua hasta crear una humedad que produce moho, deteriora los materiales y puede generar mal olor”, explica Cordero. Este tipo de humedades son las más fáciles de evitar y resolver. Con una buena ventilación, ya sea abriendo las ventanas o con un sistema de ventilación mecánica controlada, puede ser suficiente.

Hay dos tipos de humedades por condensación:

• Condensación superficial: frecuentes en baños y cocinas, donde hay más vapor, y se produce dentro de la vivienda, en ventanas que no están bien aisladas, por ejemplo.
• Condensación intersticial: cuando hay poca ventilación se acumula la humedad en el interior de los cerramientos (ventanas, puertas, etc.).

Humedades accidentales

Son las más fáciles de identificar porque está en un punto concreto. Suceden cuando se rompe una tubería o un desagüe. “Arreglando o reparando la tubería se soluciona”, matiza Cordero.

Humedades por capilaridad

“Se dan cuando una casa se ha construido sobre un terreno muy húmedo, hay aguas subterráneas en la zona o están cerca de la superficie y los cimientos no se han aislado bien”, dicen desde Leroy Merlin. Un mal aislamiento puede provocar que la humedad suba por los cimientos hasta el interior de la casa, dañando los ladrillos, mortero o cualquier material de construcción que encuentren a su paso. Según Cordero, “son las más difíciles de tratar, porque requieren una impermeabilización del perímetro de todo el edificio, comenzando por los cimientos”.

Cuando las humedades son de este tipo, lo más recomendable es contactar con profesionales que te ayuden a solucionarlo. “Especialmente en las que hay que ‘tocar’ la estructura del edificio, accediendo a los cimientos. Si el problema es muy grave, requeriría excavar hasta el punto en el que se originan las humedades y ya requiere de la intervención de una empresa y un equipo profesionales de obras, ya que puede afectar a la estructura del edificio”.

Si el problema es leve se pueden utilizar “inyecciones de gel de impermeabilización. Se aplica en diferentes zonas de la pared interior y exterior. Esto sí podemos hacerlo nosotros, pero hay que asegurarse muy bien que este es el verdadero problema, para no “retrasarlo” con una cura de emergencia”, nos dice Cordero.

Humedades por filtración

Su origen está en los materiales porosos o estructuras defectuosas que permiten que el agua se filtre al interior de la vivienda. El problema es que es un proceso muy lento, lo que dificulta su localización. La clave para evitarlas es “asegurar una buena impermeabilización en la fachada y el tejado, reparar las tejas que se rompen, rellenar las juntas de fachada, instalar ventanas y puertas sin fisuras, etc.”, matiza Cordero. Cuando se ha producido la filtración, hay que localizar el punto por el que entra el agua, repararlo y sanear el material para evitar la proliferación de moho.

Cómo saber qué tipo de humedad tiene mi pared

La humedades pueden proceder del interior (condensación) o del exterior (filtración o por capilaridad). Para diferenciarlas “fija un trozo de papel de aluminio con adhesivo en la pared con humedad y déjalo pegado varias horas. Si al quitarlo la humedad está en la cara vista, la humedad procede del interior de la casa, pero si está en la que pega al muro, la humedad puede proceder del exterior”, dicen en Leroy Merlin.

Cómo reparar una pared con humedad

Si tu pared sufre humedad por condensación –se produce vapor en el interior–, lo más adecuado es trabajar en la prevención. La ventilación diaria es básica, pero también romper los puentes térmicos con ventanas de doble acristalamiento y paredes con cámara de aire. En cuanto a la calefacción, son preferibles los aparatos de aire, emisores térmicos o radiadores convencionales. Y no es recomendable ponerla demasiado alta. “Así se evitarán grandes contrastes entre el interior y el exterior”, detallan desde Leroy Merlin.

Para evitar esta condensación puedes utilizar pinturas para la humedad. Las más adecuadas son las transpirables, que aíslan de la humedad que sale de la pared, pero dejan salir el vapor fuera de la habitación, evitando la condensación. Si, además quieres darle color, puedes aplicar una pintura plástica de interior cuando se haya secado la pintura transpirable. Cuando el problema es muy serio, se puede aplicar plaste anticondensación, que actuará como aislante térmico evitando que el frío del exterior pase al interior de la habitación.

Si la humedad es por filtración, significa que procede del exterior y la solución es “impermeabilizar la fachada desde el exterior”. Aquí entrarían también las humedades accidentales por rotura de una tubería. Para reparar este problema hay que localizar la avería, repararla, sellar las grietas y aplicar revoco de nuevo. Es habitual que un profesional se encargue de este tipo de trabajos.

Cuando es por capilaridad, la humedad se produce porque los cimientos no están bien aislados. Es habitual ver sus efectos en las paredes de sótanos o garajes, aunque puede llegar a plantas altas por el interior de los muros. Para quitar la humedad de esta pared hay que eliminar primero el revoco existente. Después, con un taladro, se deben hacer orificios en el muro –después hay que limpiarlos bien– e inyectar el gel de impermeabilización. Cuando se haya secado, se puede aplicar el nuevo revestimiento.

Cómo pintar una pared con humedad

Sea del tipo de que sea la humedad en tu hogar, cuando el origen de la humedad esté localizado y reparado, puedes aplicar pintura impermeabilizante en el interior de tu casa. Se emplea para aislar los muros interiores y evitar las manchas de humedad y el moho en las paredes. Hay tres tipos de pintura:

• Antihumedad: puede aplicarse incluso en paredes mojadas.
• Antimoho: es una pintura especial que evita que aparezca moho. Es la más recomendable para lugares con poca o ninguna ventilación –o calefacción– o con un aislamiento defectuoso.
• Antimanchas: para quitar las manchas de humedad de una pared, aunque tendrás que esperar a detectar de dónde procede, tratar el problema y esperar a que la pared esté seca. También sirve para manchas de grasa, humo, rotulador, etc.

Fotos: Leroy Merlin