Ha empezado el otoño y con él 'la vuelta a casa'. Peli y mantita en el sofá. Una escena perfecta... Si no fuera por esa corriente de aire frío que se cuela por las rendijas de la ventana y acaba por subirte la manta hasta las orejas. Si ya no sabes dónde poner más burletes, definitivamente, toca cambiarlas.
¿Por dónde empiezo?
Los cerramientos exteriores tienen dos partes básicas –perfilería y acristalamiento– y hay que prestar atención a cada una de ellas para que ofrezcan un aislamiento óptimo. ¿Sabías que alrededor del 80% del coste de una ventana se debe a la perfilería? ¿O que si hablamos en términos de aislamiento, el porcentaje es el inverso (es decir, el cristal es responsable del 80% del aislamiento que ofrece una ventana)? Toca hacer los deberes e informarse de materiales para perfilería (aluminio, PVC, madera o mixtos) y tipos de vidrio.
Aluminio, un nuevo clásico
Es muy resistente, se mantiene perfecto a la intemperie, no necesita mantenimiento y lo tienes en un sinfín de colores y acabados.
¿Qué más se puede pedir? Pues solo que no fuera un material que transmitiera tan bien la temperatura para que aislara mejor. La solución: los perfiles con rotura de puente térmico, que incorporan cámaras en el interior y piezas plásticas que evitan que entre el frío –o el calor– en casa. Los hay en una gran variedad de grosores y características (en función del nivel de aislamiento que se necesite), aunque a modo orientativo, calcula a partir de unos 300 €/m2.
PVC, cada vez más popular
Las ventanas de PVC ofrecen el mejor aislamiento térmico y acústico sin necesidad de puente térmico, ya que el plástico es un material no conductor. Son duraderas, de fácil limpieza y nulo mantenimiento. De ahí que sean cada vez más populares, sobre todo después de que se hayan introducido muchos más colores y acabados en sus diseños y se fabriquen con materiales y procesos respetuosos con el medio ambiente. Como en el caso del aluminio, cuanto más grueso y con más cámaras aislantes sea el perfil, su precio será también más alto, aunque puedes encontrar ventanas de PVC a partir de unos 250€/m2.
Madera, la más decorativa
Es el material más tradicionalmente empleado en carpinterías exteriores por sus excelentes cualidades aislantes y su belleza natural, aunque el mantenimiento periódico que requiere para mantenerse en perfectas condiciones a la intemperie hizo que cayera en desuso ante la aparición de nuevos materiales más prácticos.
Hoy día, vuelve a reivindicarse con maderas tratadas que ofrecen un excelente comportamiento al aire libre. En cuanto al precio, depende mucho de la variedad empleada: las de pino puedes encontrarlas a partir de 250€/m2, aunque si se trata de roble, el coste sube hasta unos 370€/m2. Las variedades tropicales, las más resistentes en exteriores, son aún más caras.
Mixtas, lo mejor de cada mundo
¿Quieres disfrutar de la belleza de la madera en casa sin ninguno de sus inconvenientes? Opta por un modelo de perfilería mixta: aluminio o PVC en el exterior y madera maciza o laminada en el interior. Eso sí: son la opción más costosa: desde unos 425€/m2.
¿Y el cristal?
A nadie se le ocurriría hoy día instalar una ventana sin doble cristal aunque ¿sabías que los hay de muchos tipos?
Aunque la opción más habitual son dos vidrios iguales con una cámara aislante entre ellos, en función del clima de la zona en la que vivas y la orientación de la casa hay opciones mejores, como usar vidrios con 'aislamiento térmico reforzado' e incluso con un gas inerte en la cámara de aire. La oferta es muy amplia e incluye también vidrios con control solar, de seguridad e incluso con autolimpieza (para lugares de difícil acceso). En cuanto a la inversión necesaria, ten en cuenta que el vidrio supone un máximo del 20% del precio final de la ventana, así que mejor no escatimar.
Tipos de apertura
Más allá de los materiales elegidos, el tipo de apertura de la ventana también influye en el precio. Las más económicas son las batientes tradicionales, aunque los modelos oscilobatientes –más caros– ofrecen ventajas añadidas como poder ventilar las estancias sin tener que abrir la hoja más que por la parte superior. Las correderas son la opción más costosa, aunque en grandes puertas balconeras resultan vitales, sobre todo en versiones correderas elevadoras, mucho más ligeras a la hora de abrir y cerrar.
Bien instaladas
La mejor combinación de perfil y cristal puede no funcionar con una mala instalación. De ahí que sea muy importante acudir a profesionales de confianza para que lleven a cabo la colocación de las ventanas.
Solicita al menos tres presupuestos, en los que se desglosen los materiales y sus características y la mano de obra, para poder compararlos entre ellos. Un consejo para ahorrar: aunque puedes renovar las ventanas de una en una, siempre te saldrá más a cuenta hacerlo con todas a la vez y notarás los resultados en el ahorro en el climatización. Si no es posible, empieza por las de las estancias que más uses.
Planes Renove
Renovar las ventanas supone una inversión considerable, razón por la que la mayoría de las Comunidades Autónomas ofrecen ayudas y subvenciones, como los famosos Planes Renove. Puedes solicitarlos en la tuya siempre y cuando los cerramientos elegidos sean energéticamente más eficientes que los que ya tenías. La mayoría de las empresas instaladoras pueden informarte de ellos (algunas incluso tramitarlos), con lo que puedes llegar a ahorrarte hasta un 25% del importe de la reforma.
Y no olvides que las ventanas y puertas que pongas te acompañarán al menos a lo largo de los próximos veinte años.