¡Continuamos buscando y enseñando trabajos de renovación y cambios de looks de muebles! Hoy es el turno de Fontain's Atelier (@fontains.atelier), un taller experto en recuperación y restauración de muebles y el punto de venta de Auténtico ChalkPaint. Sus transformaciones ¡te encantarán! 

(*Si tú también tienes un taller de restauración y quieres enseñarnos tu trabajo, al final del artículo te contamos cómo contactar con nosotras)

1. Antes: Imponente armario anticuado

Este precioso armario olvidado en un desván pertenecía a la abuela de Lydia, la cual vio su increíble potencial y quiso darle una nueva vida. Después de pasar por una cámara frigorífica y hacer un tratamiento anti xilófagos por congelación, se taparon todos los agujeros, se lijaron bien la tapa y las maderas, y se hizo una limpieza a fondo desmontando cada una de las partes del armario e incluso rehaciendo las partes del cajón y la puerta.

armario ropa blanca
Fontain's Atelier

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Después: Un armario de cuento

Una vez realizado el trabajo de restauración, al armario le faltaban todavía por cubrir unos detalles. Se buscaron cuatro patas nuevas y una barra de madera para sustituir una de hierro blanca que desmerecía el interior del armario. Una vez limpio y completo, se aplicó una capa de chalkpaint en color almendra en el exterior y color blanco en el interior. Finalmente, se apostó por empolvar el color almendra con una cera blanca para dar un efecto único a la pieza y se rascaron un poco las molduras para darle un aire más vintage pudiéndose apreciar la madera del fondo.

armario ropa blanca
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2. Antes: Una butaca clásica pasada de moda

La butaca clásica estaba en perfecto estado, pero Anna, su propietaria, quería renovarla igualmente. Llevaba demasiados años viéndola con el mismo tapizado; y la madera oscura no encajaba con la nueva decoración de su casa en la playa. Así pues, la propietaria de la butaca quería darle un aire mucho más actual. ¿La propuesta? Apostar por un estilo monocromático, donde tela y estructura tuvieran el mismo tono consiguiendo dar más luz a la pieza.

ibuatca
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Después: Butaca clásica, pero con estilo

En primer lugar se escogió una tela de fibra natural y se pintó la butaca en chalk paint color ocre. La pasamanería se hizo con la misma tapicería en vivo doble para que no cobrase importancia. Una vez pintada, se lijaron un poco las molduras para apreciar la hermosa madera de siempre que había debajo de la butaca.

butaca renovada
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3. Antes: Butaca sin mucha gracia

Esta butaca era de Mª Angels y necesitaba un nuevo look gracias a una nueva tapicería y capa de pintura. Se apostó por el color azul marino para darle fuerza y recordase a la gran inmensidad del mar. Se decidió terciopelo para el tapizado y darle una capa de pintura, ya que estaba repleta de carcoma. Una vez puesta en la cámara frigorífica para librar la butaca de estos pequeños bichos devora maderas, se quitó el tapizado, se rellenaron los agujeros y recibió una capa de imprimación y tres de pintura a la tiza (tres porque el pigmento oscuro cuesta más de cubrir). Por pintar, se pintaron hasta los botones que se pusieron en la madera en el falso capitoné del tapizado.

butaca
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Después: Impresionante butaca Navy Blue

Así pues, la butaca encontró su punto, solamente desgastando molduras de manera sutil y aplicando cera blanca para darle más luminosidad. ¡Hay veces que cuanto más personal queda la pieza más cuesta encontrarle la perfección!

butaca navy blue
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4. Antes: Un cabezal de cama clásico (y aburrido)

Janet quería cambiar el cuarto de la plancha por una habitación individual para su hija de 28 años que volvía a casa de sus padres, cosa que pasa mucho más a menudo últimamente.

cabezal clásico
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Después: Un cabezal de cama elegante

Así pues, se compró este cabezal para pintarlo en tonos grises (color base de la habitación) y darle un toque especial de bienvenida. ¿El cambio? Tan solo se pintó directamente conchalkpaint un par de capas de color gris suave y se desgastaron un poco las molduras del cabezal.

cábezal en blanco
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5. Antes: Un viejo aparador abandonado

Si es que hay piezas... y PIEZAS en mayúsculas. Este aparador que tanto nos chifla pertenece a un conjunto de muebles de herencia familiar de Pep y Anna. Hecho de madera de pino estaba en bastante mal estado, lleno de xilófagos, deshidratado y, en consecuencia, con falta de brillo y ennegrecido.

aprador
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Después: El aparador que conquistó a sus dueños

Se recuperó su esplandor lijando en profundidad la madera y troquelados. Se limpió con vinagre para aclarar y se acentuó su veteado con un cepillo de púas metálicas. Una vez limpio y seco, el aparador recibió un tinte en color castaño para lograr el color de la madera que quería Anna, su propietaria. Finalmente se aplicaron algunas pequeñas capas de goma laca y cera de abeja y carnauba (100% natural que se hace en el atelier). ¡El resultado es increíble!

mueble cocina
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6. Antes: Un mueble de cocina sesentero

Este mueble auxiliar de cocina también es de Pep y Anna. Fue uno de los únicos que él y a Anna quisieron recuperar (es decir, pintarlo y darle un aire nuevo). El origen ya era blanco, pintado en una pintura acrílica craquelada por el paso del tiempo. Dio bastante trabajo desmontarlo; ya que sus bisagras oxidadas tenían los tornillos pasados de rosca; también decaparlo, por supuesto la pintura acrílica presentaba un fuerte agarre y no quería soltarse con facilidad; así que una vez bien lijado y limpio, procedimos a tapar sus golpes y agujeros de carcoma con masilla.

mueble cocina
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Después: ¿De los años 60? Sí, ¡y en turquesa!

Una vez seca la masilla, recibió una capa de imprimación. A posteriori dos capas de pintura a la tiza de la línea Versante matt color Bright White de Auténtico Chalkpaint (para no tener que aplicar cera para el acabado chalk). El interior se pintó en color oliva de la misma línea y marca de Chalkpaint para dar contraste y un punto de color. En el sobre y la tabla extensible le hicimos un decapé en blanco y protegimos con barniz mate. ¿Qué os parece el resultado? ¡A nosotros nos ha encantado!

mueble cocina verde
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7. Antes: Un intento de vitrina

A veces aparecen retos. ¡Y bienvenidos sean! Carme tenía estos 3 muebles tan diferentes (2 partes de abajo del mismo conjunto y esta preciosa vitrina clásica rescatada de casa de su madre). Pero por medidas y valor sentimental quiso mantenerlos y unificarlos en solo uno. Así pues, un carpintero hizo un sobre de madera con faldón del mismo estilo que la parte de arriba de la cornisa, para unificar estilos y cubrir la separación entre módulos de la parte inferior. Mientras tanto, se fue desmontando la vitrina y se tiró la parte más elevada de su coronamiento (que le daba demasiada altura a la composición).

vitrina
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Después: Una proeza a tres partes

Una vez tratado el carcoma, limpio y aplicadas una manos de imprimación, se aplicó un color base (en este caso, color arena) para unificar los tres elementos. Después ya empezó la diversión: dar brochazos en verde agua y aplicar ceras de color en diferentes puntos de manera homogénea para enmascarar el tono base y darle un aire vintage. Al acabar, se retocaron los tiradores pintados a esponja con mezcla de color mediante verde agua, ya que parecían muy oxidados. ¡De esta manera la vitrina quedó como una sola pieza!

vitrina blanca
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8. Antes: Una silla de ratán de un contenedor

Nos encantan los muebles de fibras naturales, y así es la increíble silla que Rosalía se encontró en un contenedor. Esta silla debió pasar por muchas inclemencias meteorológicas. Emblanquecida y desnutrida, pasó por un buen lavado con esmero y a posteriori simplemente se aplicaron tres capas de chalk paint color azul náutico.

silla ratán
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Después: La silla de ratán más encantadora del mundo

Además, se iluminaron algunas partes de la silla con la técnica del pincel seco en blanco nieve. ¡Ha quedado como nueva!

silla de ratán
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9. Antes: una mesita de noche con potencial

Esta preciosa mesita de noche que ha dado un cambio de la noche al día. Estaba para vender en el atelier, y una alumna necesitaba una nueva para su habitación. Así pues esta silla se creó especialmente para ella.

mesita de noche
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Después: Una mesita de noche con contrastes elegantes

Para que la mesita encajase con la decoración de la habitación que había, se decidió darle un toque ocre pero dejando los cajones con su chapa vista (era un fallo no mantenerlo). Así pues, se pintó la estructura en chalkpaint, se lijó todo el barniz oscuro de los cajones para darle una buena limpieza y se dieron acabados con cera natural. ¡Y ha quedado preciosa!

mesita de noche
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10. Antes: Un espejo de maderas recicladas, por favor

Carlos quería un espejo de estilo rústico para su habitación. ¿La propuesta? Utilizar maderas recicladas del taller destinadas a diferentes usos. Inicialmente, estas eran en blanco, pero Carlos las quería oscuras y en color madera. Así pues, se decaparon y se cortaron con una sierra de mano para crear una composición de formas entrecruzadas. Después se aplicó un tinte con nogalina que se encoló con cola extrafuerte en la parte delantera del espejo.

Después: Una propuesta hecha realidad

Al acabarlo, resultó que la cola se reflejaba en el espejo, así que se añadieron unos listones planos pintados en negro y se clavaron con puntillas rústicas a la madera. Se acabó todo con cera de abeja y carnauba natural. El toque final se dio con unas tachuelas metálicas en forma de rosetón para tapar y disimular los agujeros de las maderas.

espejo
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11. Antes: Bureau que necesitaba una nueva imagen

Este majestuoso e imponente bureau es una pieza de roble del año 1944, que fue descuidado en una habitación y la hija del difunto propietario quiso devolverlo a la vida. En el proceso de restauración, se empezó por ponerlo dentro del congelador de xilófagos. Una vez pasado el proceso de desinfección dentro de la cámara, el mueble fue desmontado por partes, limpiando y lijando cada uno de sus cajones y cada una de sus superficies. Los tiradores fueron desmontados y lavados en vinagre también.

bureau
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Después: Un bureau con magia

Una vez lista la madera con aceite de linaza en seco, se hicieron las pruebas de color con los tintes, pero se acabó decidiendo dejar el color natural en roble. Simplemente se acabó protegiendo el mueble con tapaporos y con la cera natural con carnauba. Un trabajo muy costoso el del bureau, pero muy satisfactorio.

bureau
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12. Antes: Una preciosa cómoda que pedía ayuda

Esta cómoda con un espejo de estilo clásico, estaba realmente en mal estado cuando llegó al atelier. Tenía partes de la chapa levantadas, repleta de xilófagos y con el espejo roto por un lado. Después de pasar por la cámara y desparasitarla, se empezó con el encolado de algunas partes y a rellenar los huecos con masilla. Después prosiguió un buen lijado para alisar las superficies de la chapa y la reparación de los cajones.

cómoda de seis cajones
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Después: La cómoda resucitada

Una vez listo, la cómoda recibió una capa de imprimación y dos de color nuez moscada. El espejo se recuperó recreando un grabado con pan de cobre, siguiendo las líneas de la rotura y simulando el dibujo de una simple flor, y se igualó el dibujo al otro lado para crear simetría. ¿El resultado? ¡Una auténtica maravilla!

cómoda de seis cajones
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13. Antes: Una vitrina con poca gracia

Esta vitrina es propiedad de Carme, una seguidora del Instagram de fontain's atelier desde hace mucho tiempo. Dio una oportunidad al taller con la reforma de los muebles de su recibidor. Esta vitrina estaba en el salón y era el centro de todas las miradas, pero le faltaba luminosidad.

vitrina azul
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Después: Una vitrina blanca que ilumina el salón

Así pues, Carme fue madurando la idea y unos meses después quedó así de bonita. El proceso de recuperación no fue nada complicado, ya que la pieza estaba en muy buen estado. Simplemente se desmontaron las piezas, se lavaron con un desengrasante y una vez limpias fueron pintadas en chalkpaint. Se escogió un bonito color lino para el interior y un tono blanco para el exterior de la vitrina. Hay piezas que con un simple retoque de pintura, recobran la vida.

vitrina blanca
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