La interiorista Natalia Zubizarreta quería hacer un guiño a la arquitectura clásica
de este piso, "pero que a la vez el armario se viera actual, sin recargar en exceso", afirma. ¿La clave? "Los cuarterones. Optamos por solo dos e idénticos, es decir, los cuarterones de arriba y los de debajo son de la misma medida. Y además los diseñamos rehundidos, en lugar de sobresalir la moldura, que da un aire más clásico y recargado”.