Un edificio típico de los años setenta y su ubicación privilegiada en el centro de Sevilla, no ha sido suficiente para que una de sus viviendas pudiera escapar de una reforma. Javier Serrano e Isabel Gómez, del estudio Baum Arquitectura, han afrontado el reto de dar una nueva vida a una casa de unos 70 metros cuadrados que necesitaba volver a adaptarse a las necesidades de la familia propietaria. Y así lo han hecho, dando lugar a un hogar organizado, cómodo y luminoso.

Para conseguirlo, la distribución de las estancias se ha mantenido, pero ha pasado a eliminarse las particiones interiores con el fin de ampliar y conectar visualmente los espacios. Después de dar a la vivienda esta nueva imagen, el siguiente paso era decorarla. El material protagonista en cada uno de los espacios ha sido la madera de roble, dotándola de calidez, equilibrio y homogeneidad. Así, esta casa con salón abierto a la cocina, baño con ducha y dos dormitorios, ahora está irreconocible, pero sin duda, ha merecido la pena. ¿Quieres verla? ¡Adelante!