Uno de los últimos proyectos del estudio de interiorismo de Patricia Lizalde ha estado relacionado con una propiedad de obra nueva en Zaragoza. La casa se había presentado totalmente vacía, preparada para equiparla de la mejor manera. Aun así, la interiorista planteó algunas modificaciones sustanciales como la apertura entre salón y cocina que únicamente se separara por un cerramiento divisorio en madera de roble y cristal. De esta forma, estaba garantizada la continuidad visual.

Y es que los propietarios de la casa son unos verdaderos amantes de la aventura y los viajes, sobre todo de los lugares exóticos. De ahí que fuera muy importante que su casa tuviera referencias que les recordara a su paso por África y Oriente. Eso sí, sin perder la idea de que se trata de una vivienda de ciudad que debe ser acogedora y bonita. El resultado ha dado lugar a una vivienda equipada con un estilo sencillo donde predomina la madera, las fibras naturales y tonos claros, en un espacio muy luminoso, familiar y cálido. ¿Lo vemos?