Este encantador bajo de 80 m2 solía ser el espacio compartido por una madre y su hija, pero con el tiempo, se había vuelto un poco anticuado y carente de espacio. Cuando la joven alzó vuelo, el hogar se convirtió en un 'nido vacío', un lugar que ya no era su residencia principal, pero al que volvía de vez en cuando. Fue entonces cuando la propietaria decidió darle un cambio total, añadiendo funcionalidad, luz y amplitud a cada rincón. Para hacer realidad esta reforma, confió en el equipo de Natalia Zubizarreta (@nataliazubizarretainteriorismo), ¡y cumplieron sus deseos con creces!
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