Las casas modernas tienden hacia el diseño minimalista, las piezas de líneas limpias y depuradas y una paleta de colores neutros que, si no se tratan con mimo y detalles, pueden pecar de impersonales. En esta búsqueda de la simplicidad y la funcionalidad, muchas veces pueden acabar resultando espacios fríos, impersonales y carentes de calidez.
A menudo, en un intento por seguir las últimas tendencias, se nos olvida que nuestra casa es un hogar para vivirlo, donde relajarse y sentirse a gusto según cruzas el umbral de la puerta. Para ello, no debemos prescindir de texturas, colores cálidos o elementos que reflejen nuestra personalidad. ¿De qué sirve que esté estéticamente impecable si no transmite ese toque acogedor tan necesario para sentirlo verdaderamente casa? ¡De nada!
Y en eso coinciden tres de nuestras estilistas de El Mueble, que nos regalan una serie de trucos que pueden transformar una vivienda moderna en un espacio cálido y acogedor. Sol Van Dorssen, Olga Gil-Vernet y Dafne Vijande tienen la respuesta.