Ya sea en paredes, muebles o asientos, los toques de color presentes en estos salones pequeños demuestran que el estilo y la elegancia nada tienen que ver con los metros. Y que los tonos oscuros, si se utilizan bien, no solo no empequeñecen los espacios sino que visualmente los hacen más grandes porque les dan profundidad y los llenan de personalidad. Y como muestra valgan estos cinco ejemplos de estilos muy diferentes: modernos, clásicos, urbanos, rústicos o playeros. El común denominador en ellos es que tienen mucho estilo. ¿Los vemos? ¡Desbordan de ideas para copiar!

Uso correcto del color

Hay una creencia de que los colores oscuros empequeñecen el espacio, pero no siempre esto es así. De hecho, si son seleccionados y aplicados de manera correcta, justamente pueden hacer lo contrario. Por ejemplo, si los utilizamos para pintar techos altos en habitaciones o pasillos pequeños y estrechos, lograremos un "efecto de achatamiento" que por consecuencia nos ayudará a agrandar el espacio. 

Otro truco que resulta muy bien, es pintar los muebles del mismo color que las paredes. Esto no solo ayudará a ampliar visualmente la estancia, sino que parecerá que estos ocupan menos espacio. En pocas palabras, su "peso visual" será mucho menor.

Si nos encontramos con un espacio reducido, pero muy luminoso, se aconseja el uso de colores fríos como el verde, el azul y grises para combatir la "sensación de ahogo".

Por último, ten en cuenta que el uso de colores claros y brillantes son aliados de aquellas estancias sin luz. El blanco, el malva, el beige o el naranja, son tonalidades que proyectan muy bien la luz y agrandan el espacio. Este efecto se potenciará si en dicho espacio contamos con un suelo de porcelana o mármol, ya que reflejará la luz y lograremos un efecto aún mayor.