7 colores perfectos para pintar el salón con todos sus matices

1. Empezando por el blanco

Como no podría ser de otra manera, el blanco es el primer candidato a color perfecto. ¿Es necesario justificar esta propuesta? Es luminoso y funciona como una base neutra que nos permite ir hacia cualquier dirección en cuanto a estilo decorativo y a los colores que lo van a completar.

Sofás y mesa de cento de Arkitektura, sillón de madera de Mercader de Venecia y mesa auxiliar en La Maison.

Cediendo el protagonismo

"Un espacio en blanco permite que sea el mobiliario el que de personalidad al salón. Combina bien con cualquier acabado en carpintería y suelo, y nunca te cansas. Te da juego a introducir cualquier color desde el negro hasta colores vivos. Y le sientan bien las plantas, la madera, las fibras naturales..." Estas son todas la ventajas que le ve la interiorista y estilista Monica Klamburg.

Sofá, en Tapidisseny. Mesa auxiliar, en Hanbel Monpas. Puffs, en Aramara. Alfombra trikot, de KP.

Cómo combinar el blanco

salon con paredes blancas y sofas beige 00534597 O

Una de las grandes ventajas del pintar el salón de blanco es que combina bien con cualquier color, desde los más intensos a otros más suaves. Incluso con otros neutros, como el beige y negro de este proyecto de las interioristas Gracia y Leticia de Amescua, en el que manda la calidez y la elegancia gracias a la adición de ciertos detalles en acabado dorado.

Butacas, de HK Living, en Estudio Hoc Volo. Mesas de centro, realizadas a medida por Estudio Hoc Volo.

¿El blanco puede ser frío?

A veces sí. Dependiendo de la cantidad de luz y de la orientación del espacio puede convertirse en la versión más triste del gris. Nos lo confirma Cayetana: "Al contrario de lo que mucha gente imagina, pintar un piso pequeño y poco luminoso en blanco lo hace frío e impersonal. Y al contrario, a las villas acrisoladas y luminosas, el blanco les aporta muchísima calidez."

Sofás, de Côte Déco. Chimenea, de JVR. Espejo, de Portobello Street.

La opción más versátil

salon con sofas blancos enfrentados y chimenea 00534669

Pero decorar en blanco no solo tiene un efecto luminoso y combina con todo. Además, con los acompañantes adecuados puede ser muy cálido. Sumándose a estas virtudes, también amplía los espacios, unifica espacios y no pasa de moda.

Sofás, modelo Ektorp, de IKEA. Mesa de centro, modelo Oak, de Taller de las Indias. Mesa auxiliar, Thusis, en Last Deco. Puff, modelo Doha, en Vackart. Lámpara de sobremesa, en Taller de las India.

A la piedra también le va el blanco

O eso es lo que opina, Cayetana Quiroga. "Cuando tenemos en una casa rústica alguna de esas maravillosas paredes de ladrillo o piedra me encanta acompañarlas de un blanco neutro para darles absoluto protagonismo y que muestren la fuerza que ya tienen por si solas."

Mesa de centro, diseño de Belén Ferrándiz. Butaca de mimbre, de Mestizo Store.

Del blanco al beige

Para la decoradora Cayetana Quiroga las tonalidades que van del blanco al beige suelen ser sus preferidas. "Me gusta jugar con los espacios a modo de 'caja', donde suelos, paredes, carpinterías y techos van en la misma gama, incluso suelen desaparecer al pintarlos en la misma tonalidad, consiguiendo ampliar el espacio y aportar luz. De esta manera consigo tener un lienzo en blanco donde poder jugar con el resto de colores y texturas".

Sofás, diseño de los arquitectos Gran Mengíbar y Ana Blanco, tapizados en tela Güell Lamadrid. Espejo, en carina Casanovas. Alfombra, en IKEA.

2. El blanco roto, ¿qué es?

Es cuando el blanco no es un "blanco nuclear". Aunque a simple vista diríamos que es blanco, tiene un poco de amarillo o un poco de gris o de marrón... Este tono es casi imperceptible cuando le da la luz pero se nota cuando lo juntamos con otro color o lo contrastamos con el blanco "puro". Ayuda mucho a que las combinaciones de tonos funcionen.

Sofá de Ikea, espejo envejecido y pufs de María Santos y mesas auxiliares y lámparas de Thai Natura.

2. En beige, suma calidez y delicadeza

Y puede formar así una pareja perfecta con el blanco donde los dos lucen. Porque solo si los ponemos juntos somos capaces de apreciar sus matices. Podemos destacar carpinterías, techos, molduras... Consiguiendo una combinación muy sutil que puede darle a los espacios un toque casi romántico.

Mesa de centro, en J70 Decoración. Lámpara, de Zara Home. Mesa auxiliar, em Arterole Home. Alfombra, modelo Marco Moss, de Dash&Albert.

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Beige y blanco, cuando lo neutro suma

Si no te decides entre la calidez del beige y la luminosidad del blanco, prueba a combinarlos. La arquitecta Mar Marcos y la estilista Olga Gil-Vernet combinaron ambos efectos gracias al arrimadero a media altura, que añade elegancia.

Sofá de Miki Beumala. Butaca Croissete de Honoré, en Carolina Blue. Mesas y lámparas de Little House. Mesita auxiliar de Ethnicraft, en La Maison. Cuadro en Sacum.

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3. El gris, otro neutro que no falla

Como el blanco o el beige, casa con cualquier estilo. Decorar en color gris es una opción moderna, actual y versátil. Además, cuenta con tantos matices como el blanco o el neutro, pudiendo ser muy cálido.

La chimenea de bioetanol se ha encastrado en la pared. La mesita redonda es de Coco-Mat.

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El gris oscuro también funciona

Monica Klamburg nos recuerda que es un buen todoterreno porque casa bien con muchos complementos y materiales: "Le sienta bien el color mostaza, el negro, el blanco, blanco roto, y todo tipo de materiales: hierro, madera... Combina bien con todo tipo de carpinterías y suelos".

Junto al sofá, butacas y mesas tipo tronco de madera, de Cidon. Cuadro de Posterlounge. Mesa de centro adaptada por Paula Duarte.

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Los muchos matices del gris

Al igual que el blanco, el color gris puede tener muchos matices, pero para que sea cálido debe acompañarse con materiales que suban la temperatura, como la madera o las fibras naturales; así como suavizarlo con tonalidades más relajadas y menos intensas.

Sofá de Margarita Ventura. Cojines verdes y de lino de Filocolore. Cojínes de rayas, naranja y el plaid, de Margarita Ventura. Cuadro de Blanca Casas.

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El gris verdoso

Salón oscuro, con chimenea, sofá y sillones de fibras naturales - 00533269

Consigue un matiz más cálido en el color gris eligiendo un tono con toques de verde oliva que lo refresque y que se dé calidez. Ahora, pinta solo una pared de este color y el resto de un tono luminoso, como el blanco.

Sofá Färlow con funda Djuparp gris, todo de IKEA: Butacas de ratán, de Westwing. Mesa de centro y alfombra, en Sacum.

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4. El greige, un neutro más que se adapta

El greige es una combinación entre gris y beige, aunque con una mayor proporción de este segundo, consiguiendo mucha calidez sin perder la elegancia y modernidad propia del gris.

Sofá de Anmoder y butaca de Casa y Campo. Mesas de centro de Cae de Cajón y puff de terciopelo de Mestizo.

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5. La frescura del azul

Aquí acabamos con los neutros universales y nos lanzamos a proponerte contrastes. El azul suave es fresco y luminoso cuando lo acompañamos con blanco. Además, como es un color frío, no nos resta sensación de espacio. Aunque hay que ser algo precavido en su uso, ya que aunque aporta tranquilidad y calma, debe acompañarse de maderas y fibras que le den la calidez de la que carece este tono.

Sofá, de Mobles Montané tapizado con tela de Güell Lamadrid. Mesas de centro, en La Maison. Alfombra, de IKEA. Lámpara de pie, de Cottage Little House. Mesa y banco, modelo NORRAKER, de IKEA. Colchoneta, confeccionada por Júlia Casals con tela de Güell Lamadrid. Aplique, en Corium Casa.

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Los sutiles tonos agua

La decoradora Natalia Gómez Angelats, en cambio, prefiere evitar el blanco y se decanta por colores con más matices. "Acostumbro a pintar toda la casa en un color base (paredes, techos, carpinterías...) que no suele ser blanco. Puede ser un tono agua: verde agua, azul agua, gris. Me gustan los colores agua con un punto de gris."

Sofá gris, pufs, cortinas y mesas de centro de Natalia Gomez Angelats. Plaid de Matèria. Alfombra de Gra.

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Añade intensidad con colores más subidos

Si te fijas esta es otra perspectiva del salón de Natalia Gómez Angelats en la que vemos una pared azul. Nos lo explica: "Puedes usar un color más subido, un azul o un verde inglés como combinación en el fondo de una librería, en una pared en L... Siempre que no esté en frente de la visual cuando tú te sientas en el sofá ."

Sofá azul, de Asunción Latorre. Mesas de centro y sofá gris, diseño de la decoradora.

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El azul intenso

No es un todoterreno, pero claro que sí, también podemos atrevernos con colores intensos en todo el salón. Solo hay que ser más cuidadoso con el resto de combinaciones. Monica Klamburg nos cuenta cómo. "Es ideal para darle una personalidad muy definida a tu salón. Combina con alguna pieza en acabado latón, con un sofá tapizado en terciopelo en los mismos tonos y complementos en colores que aporten luz. Los techos en blanco roto o, si nos apetece ser muy radicales (¿por qué no?), en el mismo color."

Butaca de La Redoute.

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6. Verde oliva, el rústico ideal

Parece arriesgado, pero no lo es. Es un básico porque combina a la perfección con las maderas, la piedra y, sobre todo, los paisajes que nos entran por la ventana.

Butaca, puf y cestos, de Cado. Mesas de centro, de Mercader de Venecia. Alfombra, de Papiol.

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En una sola pared

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El verde oliva no solo funciona bien en ambientes rústicos, también en salones modernos, pero en dosis más reducidas. En una pared de acento y combinado con un blanco roto, con matices cálidos, consigue un resultado elegante y sofisticado, acompañado por pequeños toques en dorado, que, además, contribuirán a sumar luz y calidez.

Sofá, diseño de Paula Duarte, realizado a medida. Mesa de centro, modelo Alpes, de Brucs. Lámpara flexo, de Jieldé, y lámpara te techo, en Naluz.

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Verdes: clásicos pero intensos

salon con librería y chimenea pintada de verde y sofas blancos 00533430

Es un tono como muy inglés que funciona bien con la madera, el latón, los grises intensos o muy claritos. Para Mónica marca un estilo que va desde el clásico hasta el nórdico retro. "Combina bien con suelo y carpintería de madera, con gris muy intenso o del mismo color", explica.

Sofás Barcelona, mesa de centro y mesa auxiliar, diseño de Jeanette Trensig, en Cado INterioris. Cortinas, con tela de Yutes.

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El verde musgo

Entre los muchos matices que se le pueden dar al verde, uno elegante, cálido y que funciona muy bien en ambientes cálidos es cuando se mezcla con el gris, dando como resultado un verde musgo muy atractivo y personal.

Chimenea, de herencia familiar.

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6. Cuando el gris es tan oscuro que se torna negro

Aunque es una apuesta arriesgada, la elegancia del negro puede ser una opción para pintar una de las paredes del salón, en más sería agobiante y robaría mucha luminosidad. Por eso solo esta alternativa puede aplicarse en salones con grandes ventanas y combinarlo con tonos suaves y cálidos, como el resto de las paredes de este salón.

Sofás, modelo Tamarindo, de Crearte. Mesas de centro, mesa auxiliar de hierro negro y librería de Tessa Interiorismo.

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7. Tendencias en tonos anaranjados

Y acabamos con una tendencia. Parece un color muy difícil, pero Monica Klamburg nos aclara todas sus posibilidades, que son muchas, te sorprenderá. "Los tonos anaranjados y burdeos imprimen personalidad y están en la gama de colores de los complementos y tapizados que vienen con fuerza este año. Combinan bien con los otros anaranjados cálidos, los rosas lavados o empolvados, el color maquillaje, granates, rojos cálidos e intensos, marrones, piedras intensos... Le va bien desde un estilo clásico hasta un estilo más nórdico".

Sofá, de Miki Beumala. Mesa auxiliar, de Foimpex. Cojines, de Cado, Marina&Co y Matèria. Alfombra, de Gra. Lámpara de pie, de Parlane. Mesa de centro, de Becara.

Elegir el color del salón suele ser mucho más que elegir el color del salón porque la mayoría de veces marca la pauta del resto de la casa o, como poco, la condiciona. Hemos recopilado todas estas ideas y combinaciones de nuestras decoradoras, pero si sigues insegura, aquí van sus últimos consejos.

A Cayetana Quiroga le ayuda mucho hacer un moodboard o tablero con los colores, materiales y piezas que le inspiran y que después puede mostrar también a sus clientes. "Una vez que lo has montado, los colores, ideas, conceptos, sensaciones incluso el alma de lo que realmente quieres transmitir aparecen nítidos ante tus ojos."

Natalia Gómez Angelats no se plantea los colores hasta que no tiene clara la distribución del espacio y no puede ver la luz y conocer a fondo quién vive allí y cómo. "Los colores tendencia para mí no existen. Son para una pieza o un sofá. En una casa has de estar a gusto y el color te acompaña, el color te anima, te arropa... Empecemos por escoger una buena pintura y después elijamos un color en el que nos sintamos bien."

Para Natalia elegir una buena pintura significa que sea sin tóxicos. "Porque todo está pintado y estamos inhalando durante años, el residuo que dejan. Utiliza pinturas con componentes lo más naturales posible, si puede ser con base de agua o bases naturales de aceites. Te estarás haciendo un bien a ti".

Pero si sigues inundada por las dudas relájate y recuerda lo que nos dice Monika Klamburg: "Pintar no es ni excesivamente complicado ni caro y puede darle un giro de 180° a tu salón haciendo que parezca que estrenes casa. Y si te cansas, o sientes que te equivocas, siempre puedes volver a pintar."

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