Decoración de estilo vintage: 25 ideas para conseguir que que tu casa suba de nivel

No hay nada que transmita más el estilo vintage que recuperar muebles de oficio. Se trata de piezas que fueron creados para de ser utilizados en algún oficio, como escritorios, burós, cajoneras o chibaletes, mesas tocineras. Este, por ejemplo, pertenecía a una imprenta y en sus cajones se guardaban los tipos o letras que se empleaban para imprimir. 

Si quieres lograr un recibidor vintage, te sugerimos varias propuestas muy inspiradoras. Puedes colocar un mini sofá biplaza antiguo y sobre él un espejo envejecido, como este de la imagen formando cuadrícula. ¿Qué tiene manchas y está oxidado? Mejor, le aportará más realismo. ¡No te pierdas las molduras que decoran la pared!

Una mesa de madera, unas sillas blancas con el asiento tapizado y una lámpara de otra época pueden crear un espacio vintage muy acogedor. Y, aunque también tienen tintes clásicos y hasta rústicos, su esencia se percibe gracias a que la mayoría de sus piezas son recuperadas. La clave del éxito es el contraste, como en este comedor. 

Otra propuesta de éxito para lograr una decoración vintage en el recibidor es la que sugiere la interiorista Pia Capdevila en esta imagen: colocar un aparador vintage superatractivo de madera patinada y decorar la pared con un cuadro de motivos geométricos. También surtirá efecto una mesa tocinera recuperada y una composición de fotos familiares en blanco y negro enmarcadas en madera.  

Aunque lo más adecuado para el estilo vintage es que las piezas luzca su aspecto original, si su acabado es muy oscuro o no te convence, puedes darle tú ese halo a otra época con pintura. ¿Cómo se pinta un mueble vintage? Lo ideal es elegir una pintura a la tiza de un color suave o deslavado, como un blanco roto, un rosa palo o un azul grisáceo. Después, lija en algunas partes, para darle ese aspecto antiguo. 

Si ninguna de estas dos opciones te convencen para decorar tu recibidor, aquí tienes una tercera. Busca en almonedas y rastros muebles vintage con historia, como esta cómoda isabelina de color marrón oscuro en su día. Ahora estrena look en blanco ¡hasta en los tiradores y los herrajes! Para decorarla, los objetos de cristal transparente son perfectos. 

Decorar con un estilo vintage no significa que tengas que llenar tu casa con piezas recuperadas como si fuera una tienda de antigüedades. El resultado puede ser demasiado recargado. Pero sí puedes añadir un mueble vintage a un salón moderno. Subirá su nivel sin recargar el ambiente. 

¿Cuáles son los revestimientos vintage por naturaleza? Sin duda, los azulejos blancos tipo metro y las baldosas hidraúlicas. Ambos son perfectamente válidos para cocinas y baños. El sencillo diseño de los primeros contrasta con los motivos florales y geométricos a todo color que caracterizan a los segundos. Si los eliges para tu baño derrocharán tanto encanto como este de la imagen, con bañera exenta incluida. 

El estilo vintage en el dormitorio está directamente relacionado con los ambientes más románticos y femeninos. Camas de forja de color blanco, ropa de cama con estampados floridos, piezas de otra época... Todo suma para dar al dormitorio ese aire al pasado que inspira lo vintage. Y tampoco pueden faltar las velas, los jarrones con flores en tonos suaves, complementos antiguos como un reloj o un baúl...

También puedes crear en el salón pequeños focos de atención donde prime el estilo vintage, como un rincón de lectura por ejemplo. El de la imagen está formado por una butaca nórdica típica de los años 50. Sí, porque los muebles, lámparas y objetos escandinavos diseñados durante esta década se han convertido con el tiempo en piezas icónicas de diseño. ¿Más guiños vintage? Papel pintado con estampado de flores, cuadros que recrean la naturaleza y lámparas metálicas.

Utiliza marcos de madera envejecidos en cuadros y espejos como complementos básicos para decorar salones vintage, como se ha hecho en este de la imagen. Se podría haber restaurado, pero ¿no te parece que derrocha aún más encanto así con sus desconchones? Mira lo bien que luce apoyado en la pared, tras la mesa del comedor.

¿Sabías que el estilo industrial es muy, muy vintage? No hay nada como equipar un comedor con elementos de forja: mesas velador, sillas de jardín, lámparas metálicas... Y para rizar el rizo, decora la mesa con unas jarras de hojalata y tendrás un office vintage cien por cien. 

Tulip, Eames, Tolix... ¿A que te suenan? Son los nombres de esas piezas vintage que el paso del tiempo ha convertido en iconos deco. Cuántos más años acumulan, más valor tienen. Si quieres elevar el nivel de tu comedor, coloca auténticos muebles vintage, como estas sillas de diseño de la imagen: unas Tolix metalizadas en acabado verde aguamarina. ¡Quién diría que tienen más de 80 años! 

El éxito de la decoración vintage es saber encontrar el equilibrio entre lo viejo y lo nuevo. ¿Estás pensando en incluir en tu cocina una alacena antigua o un platero de pared para exponer la vajilla (de Duralex, por supuesto)? ¿O dejar el suelo de baldosa desgastado porque le da encanto? ¡De lujo! Pero eso no te impide combinarlo con elementos más modernos, ya sea el resto de los muebles o pequeños electrodomésticos como cafeteras, hervidores de agua o neveras retro —es decir, de manufactura actual pero inspiradas en épocas pasadas—. 

Y hablando de cómo combinar nuevo y viejo, fíjate lo bien que queda en el baño un mueble de lavabo semiabierto de líneas modernas al que se le ha añadido ligeras pinceladas vintage en tiradores, griferías, espejos y casquillos. Toques metalizados en cobre, bronce o latón que recrean a la perfección esa atmósfera del pasado.

Si los lavabos exentos te recuerdan a los antiguos aguamaniles, apunta esta otra propuesta para lograr un cuarto de baño vintage: lavabos de pie, que a buen seguro te transportarán a la casa de tus abuelos. ¡Eran y son ideales para espacios pequeños! Súmales griferías de teléfono y mandos de palanca, en la ducha y manijas en cruz, en el lavabo, como en la imagen. El espejo tipo libro y un letrero metálico, perteneciente a un antiguo establecimiento, dan mucho juego.

Y a tu dormitorio ¿cómo puedes darle una deco vintage? Jugando con los detalles. Por ejemplo, recupera un cabecero de madera que antes era una contraventana o una puerta antigua o, si lo prefieres, un modelo de hierro forjado. Equipa además la estancia con una cómoda decapada del siglo pasado, una lámpara de araña, unos candelabros con historia o baúles y maletas de piel a modo de mesilla, como en la imagen. ¡Ideas no faltan!

La mejor manera de darle un toque vintage a tu espacio de trabajo, ya sea en el dormitorio o en el salón, es acomodar un escritorio recuperado. ¡Sería bueno hacerse con un pupitre individual de madera con cajón y asiento abatible! ¡O algún secreter de aquellos que se abrían y cerraban con una puerta de persianilla! Este de la imagen se ha creado con una mesa tocinera y dos mesitas de noche antiguas. ¡No puede ser más original! 

Grandes flores, motivos geométricos... Los estampados no pueden faltar en una decoración vintage, ya sea en cojines, tapicerías, cortinas, ropa de cama o papel pintado. Pero ¡ojo! Úsalos con moderación si no quieres recargar en exceso el ambiente.

Si eres asidua a mercadillos callejeros o tiendas vintage, busca y rebusca esos objetos tan característicos de los años 50, 60 y 70 que marcaron toda una época. ¡Te van a venir muy bien a la hora de decorar tu casa! Carteles publicitarios, pósters de películas de cine, chapas de metal, teléfonos antiguos, máquinas de escribir, cámaras de fotos Lomography, piezas de cristal coloreado, globos terráqueos, jaulas, regaderas de metal, damajuanas... Eso sí, procura que sean originales. La verdadera deco vintage no acepta imitaciones.