Puede ser que a la hora de decorar el baño no sepas por dónde empezar y fácilmente cometas errores que no solo sean estéticos, sino que además pueden complicar la funcionalidad de esta estancia.

Por ejemplo, uno de los errores más comunes es no aprovechar adecuadamente el espacio de almacenamiento, lo que puede resultar en desorden visual. Otros fallos habituales son la elección incorrecta de materiales o la mala elección de iluminación, esto último puede hacer que el baño parezca más pequeño y menos acogedor.

Evitar estos errores comunes puede transformar el baño en un espacio práctico y estiloso. Aquí revelamos algunos de los trucos más efectivos para que no te equivoques a la hora de decorar tu cuarto de baño. ¿Lo vemos?

Desastres decorativos que deberías evitar en el baño

Detecta cuál es el problema de tu baño

Si para ti el baño es solo ese espacio necesario y funcional, en el que intentas pasar el menor tiempo posible, indudablemente es que hay algún problema. Debería ser un refugio en el que prepararte para enfrentar el día llenándote de energía, y en el que relajarte tras una larga jornada. Para conseguirlo, lo fundamental es detectar cuáles son los problemas que no te permiten disfrutarlo.

1. ¿Mala noche o mala iluminación?

¿Por más que duermas te levantas con unas ojeras negras nada favorecedoras? Quizá es el momento de revisar la iluminación de tu baño. La general debe ser lo más parecida a la luz natural, para que reproduzca de forma correcta los colores, y es imprescindible completarla con fuentes de luz puntual que eviten que nos hagamos sombra a nosotros mismos al arreglarnos en el espejo. Apliques o focos orientables encima o ambos lados del espejo, preferiblemente con lámparas led, son la mejor opción.

2. Cortinas ¿vintage?

Creíste que podrías compensar los excesos en el presupuesto de la reforma ahorrándote la mampara de la ducha y sustituyéndola por una cortina, mucho más barata. Y ahora, lo único que ves al entrar al baño es ese estampado que tan mono te pareció en su momento pero que desmerece el resto del equipamiento. Las cortinas son una alternativa económica y que puede funcionar muy bien en baños de estética vintage o rústica, pero que reducen visualmente la amplitud de la estancia cuando no sobran los metros, no ofrecen la misma protección frente a las salpicaduras y pueden llegar a acumular moho en las zonas más sometidas a la acción del agua. Así que ya sabes, toca invertir en una mampara.

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3. No sirve cualquier mampara

Se llevan prácticamente invisibles y sin perfiles pero eso no debe hacernos olvidar que, ante todo, se trata de elementos funcionales que deben proteger el baño de salpicaduras y conservar la temperatura mientras nos duchamos.

Si, pese a tener mampara, tras cada ducha hay agua donde no debiera –básicamente, fuera de la ducha– puede que no sea la más adecuada. Revisa las medidas: quizás no tiene la suficiente altura para los usuarios más altos de la casa, puede que no sea lo bastante ancha en caso de tener una columna con chorros de hidromasaje...

4. ¿Dónde pongo el cepillo de dientes?

El minimalismo triunfa en el baño, donde a menudo escasean los metros. Pero optar por un equipamiento depurado no quiere decir olvidar las funciones básicas de esta estancia de la casa. Si te gustan los lavamanos volados y sin encimera, asegúrate de elegir accesorios murales que te permitan tener a mano los elementos de higiene básicos o sustituye el espejo convencional por uno con un armario de poca profundidad en el que guardarlo todo.

5. Baño ¿con piscina?

Es lo que te puede pasar si la ducha no está bien instalada y el agua acaba desbordando. Sobre todo si te enamoraste de una de las versiones a ras de suelo, tan de moda hoy día, pero que requieren una instalación óptima. Para que estas desagüen de forma correcta, debe garantizarse una pendiente de entre 5 y 7 cm que no siempre puede lograrse en reformas, ya que dependerá del grosor del suelo. Asegúrate de hablarlo con un profesional de confianza y déjate asesorar al respecto.

6. No compres por impulso

Las columnas de hidromasaje ofrecen la posibilidad de disfrutar de los beneficios del agua en cualquier lugar. Además, basta con conectarlas a las tomas de agua y fijarlas a la pared, por lo que más de uno se ha animado a colocarlas en casa en un impulso de fin de semana sin tener en cuenta que los chorros a presión requieren una mampara estanca que proteja el baño de las salpicaduras.

Por no hablar de una adecuada presión del agua, sin la que no pueden funcionar. Tenlo todo en cuenta antes de derrochar dinero en algo que no podrás usar.

7. Toma medidas

En el momento de decidir el equipamiento del baño hay que ser realistas. De nada sirve colocar una columna extraíble de suelo a techo para guardar todo lo necesario si no se va a poder abrir del todo porque choca con el inodoro o el bidé. Lo mismo sirve para la mampara –no la coloques batiente si no hay mucho espacio libre delante o el armario bajolavabo.

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Tener presentes las medidas más habituales para garantizar movimientos cómodos resultará útil en este sentido: delante del lavabo conviene dejar un hueco de al menos 70 cm; de 50 cm alrededor de los sanitarios -con una distancia mínima de unos 20 cm entre inodoro y bidé, si están en paralelo–; y el plato de ducha no se aconseja que sea de menos de 90 cm de lado.

8. Hay que compartir

¿Cuántas veces hemos dicho esa frase a nuestros hijos y cuántas la hemos olvidado a la hora de arreglarnos por la mañana? Incluso en baños dobles, a veces resulta más difícil de lo que creemos, sobre todo cuando hay diferencias de altura entre los dos miembros de la pareja.

Para que ni el más bajito tenga que colgarse de la encimera para lavarse las manos ni el más alto dejarse la espalda agachándose para hacerlo, una buena solución es combinar un lavamanos encastrado para el primero y uno de sobremesa para el segundo. De este modo, con la encimera situada a unos 85-90 cm del suelo, se salvan los problemas de altura. El espejo, a la altura de los ojos.

9. Todo en orden

Resueltas las cuestiones de ergonomía, queda el siempre difícil problema del espacio para guardar los artículos de aseo personal. Para evitar 'broncas', nada mejor que elegir un modelo de mueble simétrico, que deje claro cuál es el espacio de cada uno o, en caso de que tengamos uno con cajones compartidos, distribuir el interior con separadores o clasificadores que, además, ayudarán a mantenerlo todo ordenado. Y ya puestos, elige uno con iluminación interior.

10. Calidez sí pero ¿a qué precio?

Lo tuyo no son las superficies frías e impermeables y quisiste darle una nota de calidez al baño con un suelo de madera, que ahora es cualquier cosa menos cálido. La madera no se lleva demasiado bien con el agua y los cambios bruscos de temperatura y humedad –con contadas excepciones de costosas variedades tropicales- por lo que, si quieres disfrutar de su look sin sobresaltos es mejor optar por un suelo vinílico que la imite de forma realista: se colocan con facilidad, son impermeables y no tan fríos al tacto como la cerámica o la piedra. O, por un suelo cerámico, sobre todo si tu baño cuenta con calefacción radiante.