Las familias cambian. Y con ellas, las casas, que deben adaptarse a las nuevas necesidades de sus habitantes. Este es el reto con el que se ha enfrentado la decoradora Pia Capdevila con esta casa en las afueras de Barcelona: "Las niñas habían crecido y la casa necesitaba evolucionar con ellas para que volviera a ser cómoda para todos", explica la interiorista.