El tiempo se detiene en esta casa tradicional mallorquina situada a los pies de la Sierra de la Tramuntana. Este remanso de paz es una antigua finca del siglo XVII que ha sido rehabilitada con todas las comodidades de hoy en día.
“El diseño es un homenaje a las típicas construcciones de la isla, con su fachada protegida, sus ventanas con cuarterones verdes y unas puertas de madera de más de 100 años que son auténticas joyas", apunta Karen Stephenson, la interiorista que ha dado una nueva vida a este hogar. El interior de Mallorca guarda tesoros escondidos y esta casa es uno de ellos. ¿Entramos?