Una casa de piedra y madera perfecta para aislarse esta Nochevieja y esperar a las campanadas

"Es una casa que forma parte de una urbanización en un antiguo pueblo de La Cerdaña. Y Aunque se trata de una vivienda de nueva construcción se ha mantenido la esencia de la masía originaria", explica el arquitecto Luis Mundet que, junto con Carla Catalán, han proyectado esta casa.

Estrellas de cerámica y de madera, medallones de lino antiguo, bolas verdes de cristal... Lo natural ha sido el leit motiv a la hora de decorar el árbol de Navidad. Y es que la decoración ha sido muy pensada para no desentonar con el look y la esencia de la casa. 

El look natural no solo está presente solo en el árbol, sino también en el resto de decoración navideña, como las coronas artesanales confeccionadas con ramas que salpican toda la casa. Junto a la chimenea, alrededor de la cual se ha organizado el sofá rinconero, una corona confeccionada con diferentes verdes decora el espejo y amplifica el espíritu navideño. 

Además de los materiales, la paleta cromática se ha cuidado muchísimo en esta casa. "Jugamos siempre con tono sobre tono, evitando los cambios bruscos de colores, porque queremos que nuestras casas sean súper tranquilas y muy acogedoras. El contraste, básicamente, lo aportan las diferentes texturas de los materiales", explican los arquitectos. 

Es la noche de Fin de Año, y hemos vestido la mesa de fiesta para la ocasión. Pero, como en el resto de la decoración, se ha optado por detalles naturales y artesanales y un look elegante y a la vez relajado. Para empezar, en lugar de poner un gran mantel que cubra toda la mesa, se ha optado por dos caminos colocados en vertical, que dejan que la madera sea también protagonista y la mesa luzca su belleza. 

Como has visto, los adornos navideños se reparten por toda la casa. E incluso en las sillas se ha añadido una delicada corona natural, que contrasta con el mimbre de las sillas. 

Para vestir la mesa se ha optado por una vajilla artesana de autor, que da el toque festivo pero también sereno y tradicional, y por un centro de mesa hecho con ramas de pino y de eucalipto, salpicado con velas doradas y bolas transparentes. 

La mesa se decoró de forma sencilla, pero llamativa. Por eso, se colocaron de lado a lado de la mesa varias guirnaldas de eucalipto, salpicadas por pequeñas velas en portavelas de cerámica y bolas doradas y de cristal. 

Para potenciar ese look natural que reina en el resto de la casa, la mesa se vistió con una vajilla de cerámica, que aporta un look desenfadado y acogedor en la mesa. 

"Queríamos que la cocina respirara ese look de las de antes. Por eso optamos por muebles de obra y frentes de roble envejecido. Además, pusimos estas vigas de madera para romper la altura y darle un poco más de calidez, que no quedara tan desangelado con una cubierta tan alta. Y las aprovechamos para colgar las lámparas, que nos ayudan a dar un volumen más proporcionado al conjunto", recuerda Luis. 

Esta corona de Navidad, confeccionada por Wei Arte Floral, lleva dos tipos de eucalipto –populus y cinerea–, y ramas de pino, enrolladas con alambre sobre dos aros de diferente medida. 

En el dormitorio encontramos la misma pared de piedra del comedor, que es recuperada de la construcción original, las vigas de castaño y el mismo microcemento en acabado remolinado que viste toda la casa. Elementos que ya decoran por sí solos, por eso se ha optado por las piezas básicas y las texturas abrigadas hacen más acogedor el espacio. 

El baño sigue la misma línea del resto de la casa: con piedra vista, microcemento, en este caso en el lavamanos doble, y madera, con un mueble que reproduce el mismo diseño de los muebles de la cocina y del aparador del comedor. Además, "para que el espacio no se viera tan desangelado con esta altura de techos, colocamos esta lámpara colgante que rompe esta sensación de desazón", explica Luis.