Con la sonrisa dulce de Chloé que nos recibe, y el olor ¡y los colores! de su cocina vegetariana acompañándonos, sabemos que entramos en un hogar relajado, sereno, juguetón y muy agradable, ¡natural como su inquilina!
"Soy belga y por trabajo de mis padres vinimos a vivir aquí en los años 80. A ellos y a mí nos gusta mucho el estilo de vida mediterráneo, así que ahora elegí Barcelona para vivir y para que mis hijos crecieran aquí. Volvía de Vietnam y un amigo me habló de este piso.
La dueña lo había reformado con ayuda del arquitecto Albert Pascual y con mucho gusto, conservando la estructura original de la casa, su encanto, las puertas, la entrada los techos que aparecieron tras la reforma... ¡Fue un flechazo!", recuerda una risueña Chloé.
El salón de la casa es blanco, de madera, con textiles naturales y un punto nórdico que da tranquilidad. "Siempre he sido minimalista y me ha gustado el estilo escandinavo y nórdico, con tonos pastel, blanco roto, grises", nos dice.
Chloé buscó un sofá en L para cerrar el espacio. "Mi pieza favorita es la gran mesa de madera que compré en Mercantic, puse un banco para ahorrar espacio, se puede meter debajo y ganas sitio, y también ¡te quitas de poner muchas sillas! Me pareció divertido. Mi madre, que es restauradora de muebles, me aconsejó muy bien", cuenta.
El salón es alargado y está comunicado con la cocina. "¡Me viene muy bien que sea abierto! En un lado no hay puerta, queda abierto, y en el otro las puertas que hay son antiguas, ¡y blancas!, muy bonitas, dan personalidad. Esta casa se prestaba a un estilo sencillo, ¡había poco que hacer para que quedara bonita!".
La cocina es la que pone el color y el toque barcelonés de la casa, con esos techos de bóveda catalana y esos suelos de mosaico ¡tan vitalistas! "La cocina estaba así cuando yo llegué. El hidráulico es verde, amarillo y rojo, y la propietaria pintó en verde el techo para recordar al suelo. Tiene un punto barcelonés, ¡pero es moderna, y muy práctica! Mientras cocino tengo vistas a un patio que me relajan, y que me sirven de inspiración para lo que publico en mi blog", cuenta Chloé.
¿Es la cocina el lugar favorito de la bloguera? "Lo que más me gusta es esta luz para cocinar. Y las ventanas son muy bonitas con esas cristaleras, con un aire modernista".
En los dormitorios... ¡también paz!
"¡Los techos de las habitaciones son muy bonitos! En mi dormitorio, la lámpara cesta es muy especial, porque me la regaló mi pareja cuando nació la niña. Me gustan los tonos suaves y los materiales naturales, pongo mucho lino, algodón, madera, y pocos brillos o barnices, sobre todo aquí, el lugar del descanso y el relax".
¿Y el de Elliot? "Es estrecho, pero luminoso, así que no pusimos muchos muebles, ¡para dejar espacio para jugar! La lámpara es de Ikea, y aunque no era infantil nos pareció que quedaba alegre, graciosa. Quisimos todo en blanco y tenemos algunos detalles de Vietnam, alfombras de Perú..., ¡recuerdos de mis viajes!". ¡Este sí que es un hogar multicultural!
¿Te has quedado con ganas de más? Pues conoce a esta preciosa familia en acción y explora aún más rincones de su casa en este vídeo.